Las principales presas del estado de Querétaro se encuentran en apenas 24.1% de su capacidad de almacenamiento; esto de acuerdo con reportes, al 22 de junio, de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
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Entre los siete embalses prioritarios en el estado, solamente la presa Jalpan, en Jalpan de Serra, supera la mitad de su llenado, al encontrarse en 56.3% de almacenamiento.
Enseguida, la presa La Llave, en San Juan del Río, está a 30.5%; El Batán, en Corregidora, a 23.5%; Constitución de 1917, en San Juan del Río, a 23.2%; San Ildefonso, en Amealco de Bonfil, a 21.8%, y con el menor nivel de agua la presa La Venta, en Pedro Escobedo.
De acuerdo con el promedio de almacenamiento en sus principales presas, Querétaro se coloca en la quinta posición nacional con menor nivel de llenado, pese a que inició la temporada de lluvias (entre finales de mayo e inicios de junio). El estado se ubica sólo por debajo de Morelos, que tiene 6.6% de almacenamiento; Sinaloa, con 12.6%; Coahuila, con 13%, y Sonora, con 28.1%.
Se altera ciclo hidrológico
El bajo nivel de llenado en las presas del estado está relacionado con los cambios en el ciclo hidrológico; es decir, con desfases en las épocas de lluvias, explicó a Vía.Tres el presidente del Observatorio Ciudadano para la Protección Ambiental de Querétaro A. C. (Ocpaq), Enrique Uribarren.
En 2019, en el estado llovía en promedio 100 días, pero en los últimos dos años ha disminuido a 60 días aproximadamente; aunque no ha bajado el nivel de precipitación pluvial (que se estima en 570 milímetros cúbicos al año), explicó, sí se observan cambios en los periodos en los que se presenta la lluvia.
“El periodo en que se dan estas lluvias sí se ha modificado. Por ejemplo, si de lunes a viernes caen 10 milímetros de agua diariamente, al final de la semana llovieron 70 milímetros. No es lo mismo si se da de manera espacial, poco a poco; si en vez de llover estos 10 milímetros de lunes a viernes, el viernes cae una precipitación torrencial de 60 milímetros cúbicos, con todas las afectaciones, incluso patrimoniales”, expuso.
Tradicionalmente, la temporada de lluvias se evidenciaba en mayo, pero ahora está por concluir junio y no se han tenido precipitaciones relevantes que permitan elevar el almacenamiento de las presas.
“Aunque en términos globales estemos en el mismo nivel de agua (que llueve al año). No quiere decir que se esté dando en la misma temporalidad, es decir, generalmente las lluvias se presentan en Querétaro de junio a septiembre, pero antes eran en mayo, ya vimos que en mayo no llovió, en junio prácticamente no llovió y esto hace que vayan disminuyendo los niveles en las presas”, aclaró.
Para el presidente del observatorio, este fenómeno hidrológico hace evidente la vulnerabilidad del estado ante los efectos del cambio climático, toda vez una de sus manifestaciones es la alteración en el patrón del ciclo hidrológico.
“No tenemos medidas de mitigación de estos efectos, como parte de la política pública, lo que se debería implementar, y se hace urgente, es que volteemos a ver el tema del cambio climático y acciones para que se pueda mitigar”, apuntó
El prolongado estiaje (el nivel más bajo de un caudal) lo resienten ya los productores pecuarios del estado, refirió el presidente de la Unión Ganadera Regional de Querétaro (UGRQ), Alejandro Ugalde, quien confió en que la precipitación pluvial aumente en próximos días y permita mitigar la sequía que se acentúa en los municipios serranos y semidesérticos.