El estado de Querétaro se ubica en el último lugar nacional en producción de miel de abeja, pese a tener una de la más alta calidad en México. Esto, debido al cambio climático y al impacto de la deforestación que han mermado la productividad de este sector, explicó el presidente de la Asociación Ganadera Local de Apicultores de Querétaro, Pablo Olvera.
En entrevista para Vía·Tres reveló que, si bien la pandemia no trajo afectaciones al sector, el deterioro ecológico sí las ha generado; pues, en los últimos 20 años, la producción de miel pasó de entre 25 y 30 kilogramos por colmena a aproximadamente siete kilogramos.
"Ese sí está muy impactante (el deterioro ambiental), no se ha detenido; la pandemia no influyó directamente, tuvimos pocas personas infectadas por Covid-19 en el grupo y también las picaduras de abeja tienen sus beneficios, pero la realidad es que el impacto ecológico es el que está influyendo más”, señaló.
En específico, se refirió al aumento de las temperaturas, al exceso de lluvia, las heladas a destiempo; todos estos, factores que han alterado y disminuido la flora, lo que ha ocasionado un déficit de néctar y de polen, elementos indispensables en la producción de miel.
En ese sentido, Pablo Olvera rechazó las prácticas de deforestación que persisten en el estado, en detrimento de la vegetación nativa.
“Si quisiéramos ser grandes productores de miel en el estado de Querétaro, lo podríamos ser, pero ¿qué tipo de miel?, porque para ser grandes productores necesitamos el recurso y el recurso del que estamos hablando es vegetativo, porque en el estado se ha hecho una política bastante absurda de traer árboles de otras zonas y suplir las nativas, no es posible que se sigan haciendo esas prácticas”, agregó.
El secretario de la mesa de Vigilancia de la asociación, Guillermo Rosales, señaló que la pandemia evidenció cómo las actividades humanas afectan al campo; pues, debido al confinamiento, las abejas pudieron mantenerse en condiciones más estables.
“Toda esa movilización que hace el ser humano afecta a su principal fuente de alimento que son las plantas, las flores y eso a nosotros nos causa mucho perjuicio al estar haciendo visitas o traslados, entonces la pandemia también permitió una mayor recuperación de la vegetación”, resaltó.
Agregó que, al hablar de estrategias de sustentabilidad alimentaria, se debe considerar la protección de las abejas, pues de no integrarlas a estas acciones será imposible lograr la sostenibilidad.
“Evidentemente se tienen que crear factores que contribuyan a las abejas; entre éstos, regularizar a los desarrolladores, el estado de Querétaro ha crecido mucho en la población, los desarrollos inmobiliarios son bastantes y cada vez absorben más las zonas verdes, se tiene que regular esto”, dijo.
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Agregó que es necesario crear más áreas con vegetación y que sean amigables con los polinizadores, no sólo con abejas, sino también con los murciélagos y algunos roedores.
El miembro del consejo directivo de la asociación, Isidro Rodríguez, comentó que el gremio busca generar conciencia ciudadana, para que se deje de percibir a las abejas como un enemigo, pues mucha gente -dijo- las considera agresivas o fauna nociva, lo que provoca que acaben con ellas.
“Para nuestras abejas ha sido una pandemia ya de años, no solamente por el Covid-19, hay muchas pandemias para nuestras abejas, muchas enfermedades, muchos químicos que las maltratan, hasta las ondas que produce el celular las maltrata”, declaró.
Durante 2020, en el estado se produjeron 79 toneladas de miel, que equivalen a una caída de 27.5% en una década, debido a que en 2010 la producción ascendió a 109 toneladas, de acuerdo con reportes del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
Con este nivel de producción, Querétaro se mantuvo en 2020 como el estado con menor producción de miel, por debajo de Ciudad de México que alcanzó una producción de 96 toneladas; en contraste, Jalisco es el principal productor con seis mil 59 toneladas.