Activistas solicitan que en Querétaro se amplíen las consideraciones para diagnosticar a una persona con talla baja, pues refieren que podría haber un subregistro, toda vez que enfrentan limitaciones para ser diagnosticados con esta condición y reconocidos como personas con discapacidad.
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Explicaron que existen irregularidades en sus diagnósticos, lo que impide que accedan a un certificado médico que les acredite como persona con discapacidad. Añadieron que esta situación se debe a las limitantes que se presentan en las consultas médicas para diagnosticar a una persona de talla baja, ya que no todas las personas sufren los mismos síndromes y padecimientos.
En entrevista para Vía·Tres, la activista y defensora de las personas de talla baja, Alejandrina Chaire, destacó la necesidad de revisar y reformar el marco legislativo estatal, para considerar estos puntos y se reconozca a las personas de talla baja.
Informó que actualmente la Secretaría de Salud del estado tiene un registro de 40 personas con diagnóstico de talla baja; no obstante, agregó que la cifra real podría ser mayor.
“En el mundo existen alrededor de 400 tipos de talla baja, dependiendo su condición y dependiendo la región. Aquí en Querétaro sólo existen ante la Secretaría de Salud, 40 personas reconocidas como personas de talla baja, sin embargo, existen más personas con esta condición que no son consideradas por la falta de diagnóstico de los médicos”, puntualizó.
La activista mencionó que se deben ampliar las consideraciones para que las personas sean diagnosticadas con esta condición. Precisó que la mayoría sufre los padecimientos de acondroplasia e hipocondroplasis, pero no son los únicos.
“Hay situaciones de personas que fueron diagnosticadas con acondroplasia que previamente a recibir el certificado se les dio un seguimiento en su tratamiento, (…) pero hay personas que aún midiendo menos de un metro y 47 centímetros, que tienen otro tipo de síndrome, no se les reconoce como personas de talla baja y es porque previamente no fueron tratadas o diagnosticadas”, explicó.
De acuerdo con la asociación Gente Pequeña de América (Little People of America), la estatura máxima para considerar a una persona de talla baja es de un metro 47 centímetros; además, presentan padecimientos como el Síndrome de Turner, Síndrome de Noonan, Síndrome de Down, Síndrome de Digeorge, Síndrome de Cornelia de Lange y Síndrome de Silver-Russell.
La diputada panista y presidenta de la Comisión de Salud de la LX Legislatura de Querétaro, Dulce Ventura Rendón, mencionó que ya tuvo un acercamiento con la activista Alejandrina Chaire, para revisar la problemática que tienen las personas de talla baja, pues reconoció que una de las principales dificultades es obtener un certificado del sector salud que acredite su condición.
“Estamos estudiando y ver si es necesario una reforma a la ley estatal de personas con discapacidad, porque los padecimientos que pueden tener las personas con condiciones de talla baja no son sólo precisamente físicos sino van a padecimientos internos”, explicó.
La falta de reconocimiento de las personas de talla baja, también las restringe para ingresar a programas de apoyo tanto estatales como federales.
La presidenta y fundadora de la Asociación Unidos por un Mundo Incluyente, Araceli Frías Martínez, reiteró que prevalecen diversas irregularidades para que el sector salud acredite y emita un certificado a las personas de talla baja.
"Hay que generar una ley que permita la normatividad en el estado: que explique qué rasgos o condiciones debe tener una persona de talla baja para ser tomada en cuenta como discapacidad, porque hay casos donde las personas tienen bien sus extremidades, pero su estatura no es normal; o en caso opuesto, hay personas que tienen las extremidades bien, pero son de cuerpo pequeño o de cabeza grande”, explicó.
Frías Martínez recordó que para visibilizar a las personas de talla baja, ya se ingresó una iniciativa de ley (en coordinación con el diputado priista Paul Ospital) para instalar en edificios públicos un escalón universal, para que las personas de talla baja puedan actuar con normalidad en sus actividades sin verse limitados o tener que ser auxiliados por otra persona.
"La iniciativa del escalón universal busca ayudar a las personas de talla baja a que puedan interactuar en su entorno de manera independiente, como ir al banco y que con este escalón se vea de frente a la persona que nos atiende, lo mismo en los sectores públicos del gobierno y en los restaurantes “, expuso.