Sábado 13 de Enero de  2024
VIOLAN DERECHOS HUMANOS

Urgen a legislar para abolir terapias de conversión sexual en Querétaro

Expertos investigadores y activistas aseguran que son consideradas como tortura

Créditos: Crisanta Espinosa/CUARTOSCURO.com
Escrito en QUERÉTARO el

Las terapias de conversión sexual, también llamadas clínicas ECOSIG, se deben de prohibir de manera urgente en el estado de Querétaro, así lo consideraron activistas de la diversidad sexual.  

Explicaron que es una práctica que prevalece a pesar de que se ha comprobado que van en contra de los derechos humanos de las personas e incluso pueden constituir un delito.

Añadieron que las personas que han sido sometidas a este tipo de sesiones presentan secuelas psicológicas e incluso, en ocasiones, algunos de los métodos utilizados pueden ser constitutivos de tortura o de otros delitos, pues se han tienen reportes de violaciones “correctivas”.

En entrevista para Vía•Tres, Osmin Reyman, un joven sobreviviente a este tipo de terapias dio su testimonio de lo ocurrido durante su “tratamiento”; debido a que, en los lugares donde se llevan a cabo, la homosexualidad es considerada como una enfermedad, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó de catalogarla como tal desde 1990.

"Creo que me tocó algo tranquilo, el modus operandi que tienen este tipo de conferencias o clínicas es hacerte sentir culpable; si es en el contexto religioso usan el pasaje de la Biblia sobre Sodoma Y Gomorra para hacerte sentir culpable. Hay prácticas que, mediante el dolor, buscan evitar que cedas ante la tentación cuando tengas atracción hacia una persona del mismo sexo; por ejemplo, te hacen ponerte una liga en la muñeca y cada vez que sientas esta atracción te debes dar ligazos para causarte dolor y así desaparezca esta atracción", comentó. 

Osmin Rayman también explicó que dentro de su entorno ha conocido experiencias de abusos que se presentan en estas clínicas, usualmente disfrazadas de anexos para tratar adicciones; generalmente recluyen a menores de edad contra su voluntad, para aplicarles técnicas que buscan el quebrantamiento de las personas. 

"Hay menores de edad que son llevados a la fuerza a los anexos para tratar la homosexualidad, el lesbianismo, la bisexualidad, etcétera, como una enfermedad, te aíslan y con técnicas como baños de agua fría, privación del sueño y de alimentos te llevan a quebrarte para ceder a lo que ellos te ordenen; no puedes hacer nada porque los padres o los tutores aprueban que se realice esto", señaló el también activista. 

Según el vocero del Frente Queretano por el Derecho a la No Discriminación y al Estado Laico, Walter López González, se tiene identificado a una persona que promueve este tipo de terapias y servicios en la entidad, además de que han detectado que en Querétaro existen anexos y organizaciones religiosas que aceptan recluir a personas de la comunidad LGBTI para "curar" su homosexualidad de forma clandestina. 

La organización incluso ha acompañado diversos casos de personas que han sido recluidos en este tipo de lugares, al ser una práctica que no está regulada.

"Hubo un caso particular en 2017 con una chava que es lesbiana y que fue anexada por su familia, lo cual nos indignó mucho, tanto por la parte del anexo de acceder a este tipo de tratos, como de los padres que violentaron los derechos humanos de su hija (...) algunas organizaciones religiosas también se dedican a este tipo de curaciones de la homosexualidad que van en contra de los derechos de las personas no heterosexuales", refirió el vocero.

Es por ello que el Frente, ante la no regulación y al no existir algún marco normativo que prohíba el tema, busca impulsar la creación de una ley e iniciar foros de discusión en la LX Legislatura para subrayar la urgencia de prohibir y sancionar a quienes difunden este tipo de prácticas en la entidad. 

Explicaron que para este fin se han acercado a la diputada local de extracción morenista Laura Andrea Tovar Saavedra, quien se ha abierto a proponer una iniciativa de ley en la materia.

"Estamos en pláticas con el Frente Queretano para iniciar foros y exponer este tema de que existen estos lugares donde se daña a las personas homosexuales; no es sólo presentar la iniciativa, es sensibilizar sobre el tema para reformar la ley, debe de haber sanciones para las personas que se presten a este tipo de torturas por querer curarlo de una enfermedad. Ser homosexual no es una enfermedad y no parece correcto", mencionó la legisladora Andrea Tovar. 

Por su parte, Osmin Rayman agregó que, así como el gobierno vigila que no se vendan drogas o pastillas mágicas para curar enfermedades, también debe de vigilar y regularizar lo que se hace en anexos e identificar a las personas que fomentan este tipo de clínicas o terapias. 

"En mi experiencia este tipo de cosas te dejan secuelas y creo que debe de haber leyes para sancionar a quienes promueven este tipo de servicios; sin embargo, considero que los padres de familia no deberían de ser sancionados, al contrario, creo que debe de existir apertura para explicarles que la homosexualidad no es una enfermedad y deshacer esta ignorancia que tienen sobre el tema" subrayó.

Sobre el tema, Rodolfo Bañuelos Zamora, maestro en Derechos Humanos y estudios de Paz por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente ITESO), mencionó que en su trabajo “Queers virginales: la apuesta por el seno de Abraham”, se analizan este tipo de prácticas y se identificaron diferentes secuelas en los sobrevivientes a las torturas que se hacen en las ecosix, sobre todo en las que están relacionadas con instituciones religiosas. 

"Primero que nada, una víctima que sobrevivió a estas torturas psicológicas y físicas con la idea de curar una enfermedad es muy complicado que hable de la experiencia. Generalmente son menores de edad y muchos son obligados a asistir por padres y tutores. Dentro de las secuelas que llegan a tener hay cuadros de depresión y ansiedad, en algunos casos son tan graves que llegan a inducir al suicidio, uso de drogas, la pérdida de confianza y de diálogo con padres de familia y con sus amistades; hay consecuencias de por vida que tienen los sobrevivientes", mencionó el investigador.

En su análisis, Buñuelos Zamora describe una de las tácticas de tortura que ocurren en este tipo de clínicas o campamentos religiosos donde, por ejemplo, se les ponen en una pantalla escenas pornográficas homosexuales y si se detecta algún tipo de erección, se les da choques eléctricos en las uñas y en las zonas blandas del aparato reproductor masculino.

“Trabajan en grupos, donde a través de la culpa te inyectan miedo, es tan fuerte que los menores de edad rompen en llanto, golpean el piso, vomitan e incluso se convulsionan, incluso entraban sacerdotes como para exorcizar, para curar la homosexualidad, todo esto lo hacen en una zona apartada donde los menores están privados de la libertad”, señaló.

Añadió que encontró diversos lugares a nivel nacional y en Querétaro lo constató. Parte de su investigación se concentró en una organización que tiene presencia internacional denominada “Courage Internacional”, la cual tiene una “sucursal” o “delegación” en el estado y hasta el momento, debido a la poca o nula regulación, puede operar en diversos países y estados sin ninguna restricción.

Los expertos señalaron que es difícil conocer cuántas clínicas operan y dónde, ya que lo hacen desde la clandestinidad o con publicidad engañosa, cobijadas muchas veces en organizaciones religiosas o disfrazadas de centros de rehabilitación.

De ahí que consideran urgente tener una legislación local para así poder ir cerrando la puerta a estas prácticas.