La zona metropolitana de Querétaro es considerada de alto riesgo para la movilidad, pues registra un incremento de accidentes viales y una alta tasa de mortalidad a causa de estos.
Ante el mencionado fenómeno, especialistas advierten sobre una serie de medidas que los gobiernos municipales deben implementar entre sus políticas públicas para la prevención, tales como el análisis de puntos peligrosos, la creación de un mapa de riesgos y la construcción de infraestructura con estándares internacionales de seguridad.
De acuerdo con datos estadísticos, la zona urbana de Querétaro presenta una tasa de siete muertes en accidentes viales por cada 100 mil habitantes, ubicándose como la tercera urbe del país con mayor incidencia en esta materia; esto según el estudio de georreferencia de accidentes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de noviembre del 2021.
Querétaro estuvo solamente por debajo de Sinaloa, que tuvo una tasa de 8.8 muertes en accidentes de tránsito por cada 100 mil habitantes, y de Chihuahua, que registró 7.7 decesos. En el lado opuesto, Tabasco tuvo la tasa más baja, de 0.6; mientras que Hidalgo y Yucatán tuvieron una tasa de 0.8 decesos por cada 100 mil pobladores.
En este indicador, Querétaro duplicó la incidencia nacional, debido a que en el país se registraron tres víctimas mortales en accidentes de tránsito en zonas urbanas, por cada 100 mil habitantes.
En números totales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), durante los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2021 se sumaron un total de 106 fallecimientos derivados de accidentes de tránsito en el estado.
En contraste, durante ese mismo periodo de 2020, se registraron 71 fallecidos a consecuencia de incidentes viales en la entidad, lo que significa un incremento de casi 50%.
El Observatorio de Movilidad, organismo social que analiza las políticas públicas de la entidad en la materia, señaló que ha habido una serie de deficiencias por parte de los gobiernos para garantizar la seguridad de las calles; por lo que las personas no pueden transitar de manera segura en el espacio público.
“La constante incidencia de hechos de tránsito es preocupante, no se reducen en número, sino que se mantienen, cuando no aumentan. La semana que recién terminó, el operador de una grúa asesinó a un ciclista. En las inmediaciones de Juriquilla, un par de personas que iban en un auto, lo impactaron y fallecieron prensadas. Ninguna persona en el espacio público está a salvo”, indicó el organismo.
El Observatorio subrayó que, por encima de campañas de prevención vial o el incremento de medidas punitivas, hay medidas probadas internacionalmente que se deben de aplicar para garantizar la seguridad de las calles tanto para automovilistas, como para ciclistas o peatones.
Entre los elementos que observaron y que consideran deben implementarse están la infraestructura vial segura, normas técnicas rigurosas para las vialidades, análisis de calles conflictivas y una correcta señalización.
“Aunque no son desdeñables, las campañas de seguridad vial tienen un impacto reducido en la conducta de quien maneja un automóvil. Lo que sí tiene una mejora sustancial y cuantificable son normas técnicas mínimas de infraestructura aplicables a la seguridad de quien opta por caminar, por usar la bicicleta; elementos básicos de señalización vertical y horizontal, banquetas y cruces seguros; carriles exclusivos para el transporte colectivo; intersecciones adecuadas y pacificación del tránsito vehicular usando elementos físicos y tecnológicos”, explicó el organismo.
Apuntó también que se debe apostar por un transporte público multimodal y eficiente, así como vehículos y vialidades con medidas de seguridad que en su construcción reduzcan al mínimo el error humano, entre otras soluciones que ya han sido probadas en otros países.
“Los sucesos de tránsito no son accidentes; su origen es multifactorial. La solución para reducirlos está documentada y probada a lo largo del mundo: fomento al transporte multimodal que combina caminata, bicicleta, transporte colectivo, para reducir el uso del auto particular; vehículos con las más altas medidas de seguridad en su construcción y encima de todo ello, infraestructura vial segura. Una que reduzca al mínimo la irresponsabilidad o el error humano de quien usa un automotor”.
La prevención debe comenzar por estudios y análisis profundos de las condiciones actuales de la urbe, así como la creación de un mapa de riesgos automovilísticos, datos abiertos de hechos de tránsito o evaluaciones sobre puntos conflictivos para prevenir eventos futuros.
“Es lamentable que nuestra zona metropolitana carezca de un mapa de riesgos automovilísticos, de datos abiertos por hechos de tránsito; tampoco hay estudios y soluciones para evaluar por qué sucedieron en dichos puntos de la ciudad y la modificación de la infraestructura en tales lugares para impedir que ello se repita. Lo anterior es algo común en otras ciudades, herramientas fundamentales para la toma de decisiones” señaló.
Finalmente el Observatorio de Movilidad agregó que estará buscando acercamiento con las autoridades a fin de presentarles el modelo Visión Zero, mismo que contempla cero muertes por hechos de tránsito y para proponer acciones apegadas a las políticas implementadas en otros lugares del mundo y que han resultado exitosas.
“Estamos en el segundo decenio de acción para la seguridad vial 2020-2030 decretado por la Organización de las Naciones Unidas, cuyo postulado fundamental es: ninguna muerte en el espacio público es aceptable. Hay ciudades donde no existen personas fallecidas en hechos de tránsito. Querétaro no es una de ellas, ¿por qué? (…) Estaremos buscando en los próximos días a las autoridades correspondientes para conocer las acciones que estarán realizando para adoptar en Querétaro las prácticas de la Visión Zero”.
Zona Metropolitana de Querétaro, de alto riesgo para la movilidad
Se ubica como la tercera urbe del país con mayor incidencia de muertes por accidentes viales
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