Miércoles 10 de Enero de  2024
POSPANDEMIA

¿Hemos normalizado el estrés y la ansiedad?

Quienes presentan trastornos de ansiedad con frecuencia tienen preocupaciones y miedos internos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias

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En tiempos de pospandemia por Covid-19, la ansiedad y el estrés se han transformado hasta el nivel de normalizarse, ya que las personas no detectan que se tensan hasta que les sobreviene un problema mayor de salud, consideró el presidente de la Sociedad Mexicana de Psicología, Alejandro Zalce Aceves.

Por ello, señaló el espeialista, es fundamental conocer sus características y buscar ayuda profesional en casos de manifestaciones agudas en una persona, recomendó.

Durante la charla “Trastornos de ansiedad y estrés en vías de la nueva normalidad”, del ciclo virtual “El sofá de las neurociencias”, organizado por la Facultad de Ciencias de la UNAM, Zalce Aceves explicó que la ansiedad es un estado de malestar psicofísico caracterizado por una sensación de inquietud, intranquilidad, inseguridad o desasosiego ante lo que se vive como una amenaza inminente y de causa indefinida.

“La diferencia básica entre la ansiedad normal y la patológica es que esta última se basa en una valoración irreal o distorsionada de la amenaza. Cuando la ansiedad es muy severa y aguda puede llegar a paralizar al individuo, transformándose en pánico”, alertó.

El psicólogo aclaró que sentirla de modo ocasional es una parte normal de la vida, pero quienes presentan trastornos de ansiedad con frecuencia tienen preocupaciones y miedos internos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias.

Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren con las actividades diarias, son difíciles de controlar, son desproporcionados en comparación con el peligro real y pueden durar largo tiempo.

El experto definió al estrés como una amenaza real o supuesta a la integridad fisiológica o psicológica de un individuo que resulta en una respuesta fisiológica y/o conductual.

Agregó que es una respuesta que se da en tres etapas: fase inicial (alarma), que ocurre cuando se detecta la presencia del estresor; segunda fase (adaptación o resistencia), presente cuando se moviliza el sistema de respuesta volviendo al equilibrio; y tercera fase (agotamiento), que ocurre si el estresor se prolonga en el tiempo y surgen las alteraciones relacionadas con el estrés crónico.

Además, el estrés se genera al salir de casa, se prefieren las actividades dentro del hogar y se crean “burbujas sociales” (ya sea familiares, escolares o laborales). “En general se mantiene una tendencia a evitar situaciones de exposición”, finalizó Zalce Aceves.