Se tiene conocimiento de otros cuatro casos de maltrato animal en Querétaro, pero ninguno llegó a la fase de juicio, como sí ocurrió con los canes rescatistas Athos y Tango, manifestó Mariela Ponce Villa, magistrada presidenta del Tribunal Superior de Justicia (TSJ).
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En total se acumulan cinco casos por este delito ante el Poder Judicial. En los otros casos no se llegaba a juicio por distintas circunstancias, entre ellas que los animales ofendidos no habían fallecido. De igual forma, se lograban salidas alternas a través de procedimientos de suspensión condicional.
“La violencia contra los animales tiene que ver con comportamientos que dañan poco a poco a la sociedad. Si no paramos la violencia contra animales, ¿qué va a suceder con ese agresor que puede atentar contra alguien más?”, destacó la magistrada presidenta, al hablar sobre la importancia de juzgar este tipo de conductas.
Respecto a la sentencia de 10 años y seis meses contra Vicente Benjamín ‘N’, quien envenenó a los canes de la Cruz Roja, la magistrada recordó que una vez que comunique la sentencia el 30 de agosto, el imputado tiene la posibilidad de apelar la misma o en dado caso, irse a juicio de amparo.
Ponce Villa estimó que la sentencia puede quedar firme -es decir, ya agotados los recursos legales- en un año aproximadamente y no ocho, como adelantó ayer la abogada del caso, Mónica Huerta Muñoz, al término de la audiencia en que se dictó sentencia y una reparación del daño mayor a dos millones de pesos.
La magistrada presidenta descartó que la edad del condenado, 60 años, pudiera ser motivo para evitar su ingreso a la prisión, ya que este supuesto aplicaría solamente si fuera mayor de 70 años o padeciera alguna condición crónica.
“Que los agresores sepan que hay evidencia de todo y pueden ser sujetos de un procedimiento con penalidades importantes”, concluyó Mariela Ponce Villa, al hablar de la importancia de la sentencia dictada ayer.