Jueves 11 de Enero de  2024
DOS MIL VACANTES

Aeroclúster de Querétaro con escasez de personal; aumenta salarios para captar especialistas

En la pandemia se perdió el 20% de los empleos del sector; por sus habilidades los técnicos fueron reclutados en otros estados y países, por lo que ahora la industria ofrece hasta el doble de sueldo para atraerlos

Escrito en QUERÉTARO el

Para recuperar a los trabajadores de alta especialización que tuvieron que ser despedidos por la pandemia, el Aeroclúster de Querétaro ofrece duplicar salarios como incentivo para captar al personal calificado; las 80 empresas y organizaciones que lo conforman pelean no sólo con compañías queretanas, sino con empresas de talla internacional.

Esta batalla se originó durante el proceso de recuperación económica, ya que de los 10 mil empleos que generaba el Aeroclúster antes de la crisis sanitaria, se tuvieron que recortar dos mil, mismos que ahora se intentan recuperar, según su dirigente Juan Carlos Corral Martín.

“El sector aeroespacial en Querétaro empieza a recuperarse desde el año pasado; perdimos un 20% por el Covid, pero apenas empezamos a recuperarlo. La realidad es que esto está generando una competencia entre las compañías para atraer talento, quitándonos personas de unas compañías a otras”, comentó.

Para Corral Martín, esta recuperación necesita la aceleración de los procesos productivos y de diseño. A su parecer el 2022 marca el inicio de una verdadera reactivación que demanda especialistas para realizar más diseños en ingeniería, para manejar más procesos de manufactura, crear y ensamblar aviones, así como manejar el “know how” sobre el mantenimiento y reparación de aeronaves.

Por ello, las empresas aeroespaciales están implementando tácticas para allegarse del mejor talento humano para mejorar sus líneas de producción. Los perfiles más solicitados son los de los ingenieros o técnicos especializados; quienes, ante la abundancia de ofertas, se han mostrado abiertos a cambiar de rama industrial, como la automotriz o la de tecnologías de la información, e incluso a migrar de país para trabajar en compañías internacionales.

“Compañías americanas están apostando muy fuerte, no para hacer inversión en México, sino para llevarse mexicanos con skills (habilidades) a Estados Unidos, a su industria aeroespacial” comentó Corral Martín.

La razón, indicó, es que en su próximo trabajo ya sea en otra compañía, otra rama u otro país, un profesionista verá crecer sus ingresos en un 30 o hasta un 100%.

“Es una guerra por salarios y por atraer talento, el beneficiado va a ser el empleado, hay gente que se mueve de una compañía a otra por un 30, un 50 o un 100% más”, apuntó el presidente del Aeroclúster.

La reactivación post pandemia incrementó la necesidad del sector por contar con más personal especializado en la manufactura de componentes para motores, trenes de aterrizaje, fuselajes, arneses eléctricos, especialidades en maquinados, plásticos y componentes poliméricos, “no sólo por la propia exigencia de la producción, o por los planes de negocios de las empresas”.

Eso se refleja en la contratación de ingenieros y técnicos de la industria aeroespacial formados en áreas como aviónica, simulación, e incluso especialistas que han impulsado el desarrollo de pequeñas y medianas empresas proveedoras.

La situación ha provocado el descontento de algunos empresarios, quienes reclaman que tras invertir en la capacitación de su personal, este se va a trabajar a otra industria o fuera de México, lo que no permite que los beneficios se hagan tangibles en las líneas de producción de sus compañías.

“No podemos estar formando aquí gente para que se vayan a Estados Unidos o a cualquier otro sitio”, comentó tajante.

El presidente del Aeroclúster de Querétaro señaló que hay casos de empresas que invierten desde tres hasta seis meses para capacitar talento mexicano fuera del país, en plantas matrices de las compañías; ejemplificó con el caso de ITP Aero que envía a personal originario de México a formarse en su centro de operaciones localizado en España. 

Descartó que traer perfiles del extranjero sea una solución, debido a que se busca contratar talento nacional. Además, señaló que importar perfiles sería más costoso que el capital humano mexicano. 

Juan Carlos Corral explicó que por el momento no se tiene una alternativa o solución a esta problemática; sin embargo, destacó que la industria tiene el desafío de competir, además, por el denominado salario emocional, con la finalidad de reducir la rotación del personal. 

En ese sentido, el catedrático de la Facultad de Contaduría de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Humberto Banda Ortiz, coincidió con que la rotación constante del personal en la industria aeroespacial obedece a que el trabajador desea mejorar su situación económica pues, ante la demanda de los mercados por la atracción del talento humano, escogerá las propuestas que mayor beneficio le traigan.

“Tienen la capacidad de fabricar un coche, de fabricar un avión, conocen el diseño, conocen los sistemas (de trabajo), tienen liderazgo, tienen capacidad de trabajar en equipo, tienen capacidad de resolver problemas, y eso al final de cuentas es lo que las empresas buscan, no únicamente la parte técnica”, aseguró el catedrático de la UAQ.

De igual forma, el profesor señaló que los egresados de los centros de educación superior no son una opción para ocupar los espacios que dejaron los técnicos especializados que se fueron a otras industrias o empresas.

La justificación principal es que no conocen a detalle cada una de las operaciones de la industria aeroespacial dentro de un escenario de la práctica laboral real, lo que requiere invertir tiempo y dinero para su capacitación.

“Como no pueden atraer talento deben volver a capacitar gente, cuesta tiempo y dinero y se pierde la competitividad; no es lo mismo que pongas a trabajar a un recién egresado que a una persona que lleva 20 años, hay una curva de aprendizaje y eso puede llegar a que sea más competitiva una empresa, porque tiene más conocimientos”, comentó.

Banda Ortiz aseguró que la falta de una contrapropuesta económica para que las empresas aeronáuticas retengan el talento de su personal derivará en la pérdida de competitividad por la constante rotación. 

“Un recién egresado gana muy poco hasta que muestra sus habilidades y genera experiencia, se van porque cuando ya están capacitados la empresa no le mejora el sueldo, es un robo de talento, pero también hay que considerar la naturaleza humana, por mucho que tenga puesta la camiseta no me voy a quedar donde me paguen 300 pesos a la semana”, puntualizó.