La asociación civil Banco de Tapitas, que asiste a menores y adolescentes con cáncer, proyecta que en el segundo trimestre del año iniciará la construcción del Albergue Casa Tapitas en el municipio de Corregidora.
En entrevista con Vía•Tres, el presidente y fundador del Banco de Tapitas, Edgar Cabrera Meneses, mencionó que podría ser a finales del 2023 cuando termine la construcción del albergue, donde se espera brindar ayuda a más de 300 familias cada año.
Recordó que hace dos años la administración municipal de Corregidora donó un terreno de mil 200 metros cuadrados, ubicado en el Fraccionamiento Pirámides, y el 21 de agosto se firmaron las escrituras del predio.
Para costear el proyecto, la asociación civil mantiene una campaña de recaudación de fondos mediante donaciones e instalación de alcancías en los centros de trabajo que deseen sumarse.
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Este espacio será el cuarto albergue de la asociación civil en el país, los primeros están en Puebla, Guadalajara y Ciudad de México.
Se espera que sea el primer albergue sustentable en México, que dará atención médica, alojamiento y alimentación de forma gratuita a pacientes de 0 a 21 años con diagnóstico de cáncer.
“Una vez que termine la veda electoral esperamos poner la primera piedra en el lugar. Actualmente a nivel nacional estamos atendiendo a 212 pacientes y ayudando anualmente a más de 900 familias en todo México”, indicó.
Cabrera Meneses destacó la importancia de contar con un albergue de este tipo y de seguir generando esquemas de apoyo para la población infantil que padece cáncer, especialmente tras el impacto de la pandemia.
Efectos de la pandemia en niños con cáncer
La emergencia sanitaria por Covid-19 aumentó la escasez de medicamentos para pacientes con cáncer; aunado a que los precios incrementaron para los pacientes, pues el gasto promedio por pasó de 3 mil a 15 mil pesos, detalló el presidente de Banco Tapitas.
"Antes de la pandemia teníamos una demanda estable, por así decirlo; viene la pandemia y varias distribuidoras de fármacos nos empezaron a informar de una escasez, principalmente porque muchos medicamentos venían de países donde se cerraron las fronteras”, explicó.
Cabrera Meneses comentó que esta situación ha puesto en complicaciones la labor de la asociación, pues el medicamento es insuficiente para abarcar a todos los pacientes, lo que se ha traducido en una disminución del índice de supervivencia.
"Había casos en los que atendíamos a unos pacientes, pero poníamos en riesgo a otros porque no había tantos recursos. (...) Sin tener las cifras oficiales a nivel nacional, te puedo asegurar que después de la pandemia sólo dos de cada 10 niños con cáncer sobreviven, muchas veces el problema es que no contamos con todas las claves del medicamento oncológico y eso provoca que el tratamiento se retrase”, comentó.
Explicó que se ha detectado que, en Querétaro, el medicamento con mayor desabasto es el fármaco mercaptopurina, entre otras claves que el gobierno federal a veces no provee.
Actualmente, la asociación apoya en sus tratamientos a 22 niños que radican en el estado, la mayoría sufre Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA).
"Es complicado si no se trata (la enfermedad), pues (para) los trasplantes de médula si no tienes compatibles, tienes que buscar donadores a nivel nacional o incluso a nivel internacional; y el costo por esto va entre el millón y los dos millones de pesos, es demasiado”, señaló.
Banco Tapitas es una asociación civil dedicada al reciclaje de plástico, con la finalidad de apoyar esfuerzos civiles que estén encaminados en atender a menores de 21 años que tengan algún diagnóstico de cáncer.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer es una de las principales causas de mortalidad entre niños y adolescentes en todo el mundo, pues cada año se diagnostica cáncer a aproximadamente 280 mil niños de 0 a 19 años. La OMS detalla que en los países de ingresos altos, más del 80% de los niños se cura, pero en muchos países de ingresos medianos y bajos la tasa de curación es apenas del 20% aproximadamente.