Aunque el estado de Puebla registró una reducción del 54.24% en el número de tomas clandestinas de gas LP, al pasar de mil 143 reportes de enero a septiembre del 2021, a los 523 del mismo periodo, pero del 2022, la entidad aún es primer lugar a nivel nacional en esta problemática.
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Después de Puebla los estados con más tomas clandestinas de gas LP fueron México, Veracruz Hidalgo y Tlaxcala, que suman mil 858 casos; además de que en los primeros siete meses de este año, cada 12 horas con 34 minutos se identificó una toma ilegal en el territorio poblano.
En el mapa delincuencial por el robo de gas LP destacan municipios como San Martín Texmelucan, con 102 reportes, también está Los Reyes de Juárez, Acajete Amozoc, Tepeaca, San Matías Tlalancaleca y Palmar de Bravo, que registraron entre 41 y 62 tomas clandestinas.
De igual forma figuran Santa Rita Tlahuapan, Acatzingo, Huejotzingo, San Salvador El Verde, Quecholac, San Miguel Xoxtla, Cuautlancingo, Esperanza, Puebla, Tecamachalco, Coronango y Tlaltenango que tuvieron entre uno y 27 reportes.
El mismo mapa delictivo reporta que grupos remanentes de los Beltrán Leyva y del Cártel Jalisco Nueva Generación mantienen sus actividades ilícitas en la entidad, sobre todo en municipios como Palmar de Bravo, Cañada Morelos, San Andrés Cholula, San Martín Texmelucan y, en particular, la ciudad de Puebla.
Para el especialista en seguridad, Roberto Esquivel los operativos entre la Guardia Nacional (GN), el Ejército y personal de Petróleos Mexicanos (Pemex) no son suficientes para erradicar esta problemática en la entidad.
Reconoció que Puebla está situada en una zona de alto riesgo por el paso de ductos de Pemex, y eso obliga a las autoridades de los tres órdenes de gobierno a tener una mayor coordinación para evitar el huachigas con el fin de revertir las cifras que la entidad ha alcanzado en los últimos años.
Destacó que la tecnología a través de drones y cámaras infrarrojas se puede detectar de forma oportuna un ducto dañado o tomas clandestinas; sin embargo, señaló que Pemex no ha invertido en estos mecanismos para evitar el robo del gas y disminuir el riesgo a los habitantes.
"En su momento se comentó que existe la tecnología con drones para que se pueda detectar este tipo de fugas. El dron tiene cámaras térmicas y otro tipo de aplicativos y va sobrevolando el equipo y pues puede detectar variaciones en las tomas por la detección del infrarrojo... Sin embargo, la paraestatal no ha querido invertir en este tipo de equipamiento tecnológico en beneficio en la seguridad de los ductos de Pemex”, dijo.