Dos días después de una convocatoria másiva al Zócalo capitalino por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, a la que se dieron cita más de 250 mil personas, arribó a México la variante Ómicron.
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La cepa, designada como de “alto riesgo” por la Organización Mundial de la Salud la semana pasada, ha sido reportada en al menos 25 países del mundo; pero no está claro si la infección con la VOC Ómicron causa una enfermedad más grave en comparación con las infecciones con otras variantes; esto según la actualización epidemiológica de la Organización Pamamericana de la Salud (OPS).
"Comprender el nivel de gravedad de VOC Ómicron podría tomar varias semanas. Todas las variantes del SARS-CoV-2, incluida la VOC Delta que es dominante a nivel mundial, pueden causar una enfermedad grave o la muerte, en particular para las personas más vulnerables; por lo que la prevención siempre es lo más importante", añadió el organismo.
Pero para el vocero de la pandemia, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, de nuevo las crisis son oportunidades.
Ayer, luego de confirmar el caso de Ómicron en un paciente de 51 años, que viajó desde Sudáfrica hasta la Ciudad de México, el funcionario dijo que “las variantes de la Covid-19 que sean más transmisibles y que no causen enfermedad más grave, como el caso de Ómicron, son de ayuda para el propósito de lograr inmunidad social más rápidamente”.
El subsecretario explicó que el hombre llegó a suelo mexicano el 31 de noviembre y ya con los síntomas de COVID “leve hay que decirlo”, pero a pesar de saber que la infección ya se encontraba en el país, el presidente Andrés Manuel López Obrador decidió retar al Covid-19 con una concentración masiva en la CDMX.
Esta nueva iteración del coronavirus, identificada por primera vez en Botsuana y Sudáfrica, ha despertado la preocupación de científicos y funcionarios de salud pública en todo el mundo, debido a un número inusualmente elevado de mutaciones que tienen el potencial de hacer que el virus sea más transmisible y menos susceptible a las vacunas existentes.
En contraste, al Gobierno mexicano no parecerle causar preocupación. No ha cerrado fronteras, no exige pasaporte de vacunación y no reclama pruebas negativa en los aeropuertos y puntos fronterizos.
A diferencia de los mensajes al principio de la contingencia, el subsecretario López-Gatell ya convoca a usar gel antibacterial y portar cubrebocas.
Los científicos esperan descubrir mucho más en las próximas semanas. Por el momento, afirman que no hay motivos para creer que la variante Ómicron es inmune a las vacunas existentes, aunque es posible que estas ofrezcan menor protección en un grado que aún se desconoce.
Los reclamos de la oposición a la 4T no se hicieron esperar. “El gobierno de López Obrador pasará a la historia por ser un gobierno lleno de muertes. Exijo se proteja la vida de los mexicanos. El gobierno debe solicitar PRUEBAS ANTI COVID-19 en los aeropuertos y entradas para todos los que llegan a México. Ya basta de populismo que mata”, dijo la senadora panista Kenia López Rabadán.
La bancada blaquiazul en la Cámara de Diputados fue más lejos. En su cuenta de Twitter manifestó que “la irresponsabilidad del Presidente y la lentitud de las autoridades de salud para reaccionar ante esta variable agravará la mermada salud de las y los mexicanos”, e incluso emitieron un cuestionario.
“1. Si sospechaban de este caso, ¿por qué no cancelaron el informe del presidente?
2. ¿Ahora sí promoverán el uso obligatorio del cubrebocas?
3. ¿Dejarán de negar vacunas a niños de 5 años en adelante?
Responda con seriedad”, se escribió en la cuenta del tuit de los legisladores”
El día anterior al AMLOFEST, los priistas que no fueron al festejo también reclamaban las medidas del jefe del Ejecutivo.
El senador del PRI Manuel Añorve Baños declaró desde su escaño: “Estoy convencido de que este servidor público es tiempo de que renuncie, no puede estar engañando a la población mexicana, menos al presidente de la República, cuando se deberían de estar tomando ya medidas, si no alarmistas, medidas por supuesto preventivas y poder garantizar la salud a los mexicanos”, refiriéndose al subsecretario de Salud.
A él se sumó Rubén Moreira, presidente de la Junta de Coordinación Política y líder del PRI en la Cámara de Diputados, en San Lázaro. “Yo veo con preocupación la ligereza del doctor López-Gatell, creo que es un momento para que se actúe; cerrar el país en términos totales es como una discusión de no hacer nada y cerrar todo, pero, pues hombre, se deben tomar determinaciones para quien viene del extranjero y tiene antecedentes de haber estado en países donde está la nueva cepa o la nueva variante, se tienen que lanzar alertas a las fronteras”, reclamó.
La senadora panista Xóchitl Gálvez expresó al respecto: “Creo que está bien que el país no cierre sus fronteras, lo entiendo, es un tema económico, pero los que acabamos de viajar a la Cumbre de la COP no nos disgustó que en cada país nos pidieran pruebas de PCR inmediatas, máximo de 48 horas y creo que eso es algo que podría hacer nuestro país para evitar el riesgo de la entrada de la variante, al menos en lo que el mundo empieza a analizar qué tan peligrosa es”.