Maestros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), integrantes de la secciones 23 y 51 de Puebla, estuvieron entre las más de 200 mil personas que se dieron cita en el Zócalo para el Informe de gobierno del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, bautizado como AMLOFEST, algunos bajo la promesa de recibir 500 pesos y estabilidad laboral.
La representación del magisterio poblano hizo el viaje pese a la advertencia de una cuarta ola de Covid-19 y la aparición de una nueva variante del virus, además sin considerar que los maestros fueron vacunados con el biológico de Cansino, considerado entre los de menor efectividad contra el Covid-19.
Parte de ellos asistieron por convicción, otros por las mencionadas dádivas y muchos más por obligación, según revelaron algunos de los maestros a Vía.Tres.
Los docentes compartieron mensajes emitidos por la dirigencia sindical en los que se les solicitaba la presencia de sindicalizados en la plancha del Zócalo, para presenciar el Informe del jefe del Ejecutivo.
Algunos maestros revelaron su molestia y que fueran tratados como "borregos", mientras que otros presumieron su afición por el presidente en sus redes sociales.
En punto de las nueve de la mañana, cientos de camiones salieron del estado de Puebla para festejar los tres años en el poder de López Obrador. Fuentes del SNTE refirieron que salieron a la capital del país, entre 8 y 10 maestros por escuela.
Reportes de ciudadanos dieron cuenta del acarreo y en redes sociales se exhibió la cantidad de autobuses que llegaron al primer cuadro de la ciudad de México, provenientes de diferentes ciudades; aunque las autoridades reportaron que las unidades venían de diferentes alcaldías.
Como si se tratará de un concierto o un evento deportivo, los miembros del magisterio llegaron con lonas en los autobuses, banderas, gorras, playeras, matracas y bocinas.
Sin importar que era día laboral, miles de profesores dejaron sin clases a alumnos de por lo menos 5 mil 250 escuelas, en las que están afiliados docentes de la sección 23.
Una de las más grandes preocupaciones de los maestros en desacuerdo con el acarreo, es que la mayoría de los alumnos no están vacunados contra la Covid-19, lo que pudiera representar un alto riesgo de contagio para los estudiantes y personal educativo que no asistieron al evento masivo.