A 20 días de la muerte de Daniel Franco Miranda, quien perdió la vida después de ser agredido presuntamente por policías municipales, persiste la opacidad en el caso y la exigencia de justicia de los pobladores de Huimilpan, Querétaro.
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Ante ello, familiares y habitantes de esta demarcación metropolitana han realizado una serie de manifestaciones en contra del gobierno municipal de Juan Guzmán Cabrera, emanado del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), exigiendo justicia y la detención de los responsables.
En respuesta, la administración municipal, sin dar mayores explicaciones, dio de baja a elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSPM), así como al titular de la corporación, Edgar Villa Osornio.
La Unidad Especializada en la Investigación de Homicidios de la Fiscalía General del Estado (FGE) inició el 21 de julio una carpeta de investigación, luego de que familiares de Daniel denunciaron que fue agredido físicamente por policías municipales. El hombre ingresó al Hospital General de Querétaro, sin embargo, falleció durante la madrugada del viernes 23 de julio. La Fiscalía confirmó que la necrocirugía determinó como causa de la muerte traumatismo craneoencefálico por contusiones.
Durante este lapso se han registrado dos manifestaciones por el caso de Daniel Franco, la primera fue el 29 de julio, cuando habitantes de Huimilpan tomaron la Presidencia Municipal y entablaron un diálogo con el presidente, logrando que los acompañara a las instalaciones de la FGE en esta demarcación y posteriormente, a las de Querétaro.
Dos semanas después, el 9 de agosto, Huimilpan nuevamente se levantó en manifestación, esta vez dirigida por los abogados de la familia de Daniel, buscando que el gobierno municipal atendiera el daño moral y brindara apoyo a la familia.
“Todavía no se entrega a los homicidas, no queremos entorpecer las investigaciones, (…) que el gobierno municipal atienda a la familia, reparen el daño y les brinden el apoyo que se les ha negado”, señaló el jurista Aureliano Hernández.
En esa ocasión, la protesta subió de tono, pues la aglomeración de pobladores le ató las manos al secretario de Gobierno municipal, Juan Nava Cruz, y lo exhibieron por las calles de la plaza principal de Huimilpan.
Tras las manifestaciones, el pasado 10 de agosto la Policía Estatal (PoEs) intervino en la cabecera municipal y desplegó a 100 elementos policiales.
En este marco, pobladores han expuesto su inconformidad ante la autoridad municipal; señalando agravios en contra de los migrantes de la comunidad; además, refirieron que los elementos de la guardia municipal no son originarios de esta demarcación, lo que ha provocado una separación entre los habitantes y los efectivos.
En entrevista con Vía.Tres, el coordinador de la licenciatura de Ciencias de la Seguridad, de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Rubén Torres Díaz, destacó que en la administración municipal hubo un mal manejo del caso.
“Faltó manejar mejor las cosas desde que se destituyó a los miembros de la corporación, porque, aunque era un tema de la Fiscalía, el municipio no le dio el acompañamiento a la familia y buscaron deslindarse lo más pronto del caso”, comentó Torres Díaz.
El catedrático de la UAQ explicó que el presidente municipal pudo haber hecho más por los familiares, como pedir apoyo a la FGE o al gobierno del Estado, para avanzar en la detención de los responsables.
“La prioridad era atender a la familia, facilitarles todo para que las manifestaciones no se exaltaran, eso y que -a pesar de que el alcalde se había comprometido a detener a los presuntos responsables- le echó la bolita a la Fiscalía y la Fiscalía le echó la bolita al alcalde”, expresó.
De igual manera, consideró que el factor político pudo haber tenido que ver en la falta de actuación del gobierno municipal, ya que la relación entre Juan Guzmán Cabrera y el gobernador Mauricio Kuri González no es la misma que el titular del Poder Ejecutivo estatal tiene con miembros del Partido Acción Nacional (PAN), fuerza política de mayor representación en el estado.
“También el tema político afectó, si esto ocurre en un municipio aliado del Partido Acción Nacional, las cosas hubieran tenido otro rumbo, pero como Huimilpan no es del PAN, tardó en reaccionar y apoyar el gobierno estatal”, apuntó.
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