El director del Instituto Queretano del Transporte (IQT), Gerardo Cuanalo Santos, anunció un proyecto que pretende mejorar gradualmente los tiempos de espera para los usuarios del transporte público, en 15 de las 71 rutas que operan en la zona conurbada de la entidad.
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15 rutas deben mejorar su frecuencia, reconoce el Instituto Queretano del Transporte
Según el servidor público, será un lapso de tres meses, a partir de este primero de junio, el tiempo límite que tendrán los concesionarios de Móvil Qrobús para realizar estas mejoras en las frecuencias.
“Hoy estamos empezando en el Instituto un proceso de mejora continua; lo que implica que, a partir de este momento y de manera gradual, vamos a comenzar a mejorar las frecuencias, y empezaremos por estas 15 rutas. Estoy seguro que los usuarios irán sintiendo poco a poco va mejorando la frecuencia en su traslado”, refirió.
Cuestionado sobre las garantías de que se cumplan los objetivos, el director del Instituto no dio acciones concretas ni mencionó si habrá sanciones para los concesionarios en caso de no cumplir los acuerdos; sólo subrayó que al finalizar el plazo se tendrían que realizar una reevaluación.
Para Mariana Covarrubias, integrante de la Coalición Ciudadana de Movilidad Sostenible de Querétaro, estos acuerdos no generan una expectativa para que la ciudanía quede satisfecha con el servicio público del transporte; pues no sólo debe de mejorarse la frecuencia, sino el tiempo de traslados, la accesibilidad universal y la seguridad con perspectiva de género.
“No queremos ver las cosas con desconfianza, podemos decir que toda mejora es bienvenida, pero no sólo se debe de buscar lo posible. Se habla de una mejora de 15% a 20% en tiempos de espera, pero hace poco hicimos un sondeo y la gente está esperando una hora por rutas, y estamos hablando de 9 minutos a 12 minutos de reducción, o sea 48 minutos sigue siendo un mundo para esperar en la parada”, dijo.
Cuanalo Santos detalló que, a partir de un estudio de origen-destino realizado por el IQT, se pudo determinar que las 15 rutas que comenzarán a tener mejoras en los tiempos son las de mayor demanda; éstas cubren la tercera parte de los viajes que se realizan diariamente; es decir, más de 34% de los ascensos totales.
En ese sentido, precisó que diariamente 100 mil usuarios toman esas rutas y tienen un tiempo de espera de 40 minutos aproximadamente.
El estudio sugiere la creación de 11 zonas a intervenir, lo que implica la modificación y/o creación de nuevas rutas a través de tres esquemas: rutas de alta frecuencias, rutas regulares y rutas alimentadoras; sin embargo, estos cambios están proyectados para el mediano y largo plazo.
Aseguró que se harán de manera “planeada y ordenada en los tiempos que permitan socializar muy bien con los usuarios y definir qué rutas serán”.
El funcionario aclaró que la adquisición de nuevas unidades de transporte y condiciones laborales más adecuadas para conductores no se incluyen en el programa.
“La responsabilidad de la contratación, reclutamiento y capacitación es de Móvil Qrobús, así se marca en los términos de la concesión. El Instituto sólo otorga un tarjetón para que ellos puedan operar el propio autobús”, expresó.
Añadió que la concesionaria tendrá que agregar más unidades de transporte público, aunque no mencionó un número.
“No estamos teniendo la misma demanda de prepandemia, de 650 mil usuarios diarios, hoy son 350 mil. Adquirir más unidades dependerá de la concesionaria”, añadió.
Mariana Covarrubias añadió que sí le corresponde al IQT regular y verificar en qué condiciones laborales se encuentran los chóferes del transporte público.
“Se supone que como gobierno te importa el desarrollo económico y que las personas en pobreza no vivan explotadas; pero a la hora de que dice ‘dejo concesionar gente, pero no me importa la forma en cómo contratan a las personas’, hay contradicción. Se debe aprovechar que la concesión del transporte público es un terreno regulado, para emplear bien a la gente y darle prestaciones”, expresó.
Así como dar certeza sobre las medidas que se van a tomar en caso de que los acuerdos no se cumplan, considerando el retiro de la concesión.
“Va a sonar muy exagerado, pero el cambio debe de ir a fondo y satisfacer a las personas. Sino sirve quitarles la concesión. Las frecuencias son cosa mínima, hay temas de seguridad, en especial con perspectiva de género, que no están cubiertas o las rutas no llegan donde tiene que llegar”, enfatizó.