La barra denominada “Resistencia Albiazul” de los Gallos Blancos de Querétaro, desde su fundación en 2002, ha participado en diferentes sucesos violentos en el futbol mexicano.
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Violencia extrema durante el Gallos vs Atlas en La Corregidora de Querétaro
La falta de sanciones por parte de la Liga MX, el club y las autoridades competentes sólo ha ocasionado incrementar este tipo de hechos y solapar la impunidad de los mismos, aseguró el coordinador del Laboratorio Universitario de Seguridad Ciudadana (LUSC), de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Guillermo San Román Tajonar.
El recuento de los altercados
El 27 de marzo, durante el Torneo Bicentenario 2010, en la visita del Atlas a Querétaro, al medio tiempo del partido de la jornada 12 se suscitó la primera pelea de gran magnitud entre ambas porras; en la parte alta del estadio, la barra rojinegra tiró la reja de seguridad para iniciar una riña contra la afición queretana.
En aquella ocasión se registraron 30 heridos y al menos 15 detenidos; como consecuencia, hubo una sanción económica para el Querétaro además de jugarse un partido a puerta cerrada, esta sería la primera vez que el Corregidora fuera vetado en la primera división.
El 23 de febrero de 2013, nuevamente aficiones de Atlas y Gallos tuvieron una riña; esta vez se registró a las afueras del estadio, donde hubo pedradas a los autobuses de la afición visitante, incluso granaderos de la Policía Estatal (PoEs) tuvieron que involucrarse regresando los objetos que les aventaron; 22 detenidos y 5 heridos registrados en aquella ocasión, en la que los elementos de seguridad tuvieron que resguardar durante más de una hora y media el convoy de la visita por seguridad.
El llamado “Clásico del Bajío” también ha sido víctima de la violencia entre aficiones queretanas y de San Luis Potosí. Se recuerda aquel partido en la antigua Primera División A, donde jugadores de ambas escuadras protagonizaron una pelea monumental ocurrida en el Apertura 2004, el sábado 30 de octubre, cuando incluso se enfrentaron aficionados con jugadores, lo que posteriormente incrementaría la rivalidad, ya que estos equipos jugarían la final por el ascenso, la cual ganó el conjunto potosino.
La rivalidad volvió a tener tintes de violencia el 20 de octubre de 2019, cuando el partido de la jornada 14 tuvo que detenerse por una invasión al terreno de juego del estadio Alfonso Lastras, debido a una disputa entre los grupos de animación “La Guerrilla” y la “Resistencia Albiazul”, lo cual provocó un veto de tres partidos para la afición potosina y un saldo de 33 heridos y 4 detenidos.
En el 2012 también la barra de Querétaro se vio envuelta en una riña en el partido Gallos contra América, la cual derivó en la muerte de un menor de edad, luego de que el responsable Miguel Urbina “El tortillas” agrediera a unos americanistas en un parador de la comunidad de El Colorado en el municipio de El Marqués, hecho por el que fue sentenciado a prisión.
Barras violentas
Por su parte, el coordinador del Laboratorio Universitario de Seguridad Ciudadana (LUSC), de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Guillermo San Román Tajonar, en entrevista para Vía•Tres mencionó que se han registrado muchos altercados a nivel nacional, y que la exclusión de los grupos de animación como porras visitantes no serían la solución del problema.
“No creo que sea lo ideal, aumentaría las prácticas de segregación sobre el limitar el acceso a los visitantes, no es una solución aceptable, creo yo que tiene que ver el control dentro de los estadios, ya sea con presencias de seguridad y control de movilidad con rejas o buscar la manera de resguardar los convoyes precisamente para evitar un cruce entre aficionados”, indicó.
Resaltó que protocolos más estrictos para el ingreso a los estadios pudiera ser una clave para evitar este tipo de trifulcas, aunque la observación principal para este fenómeno se tiene que observar desde las barras y su relación con la violencia que ejercen.
“Creo yo que usar registros sería algo bueno, pero no garantiza erradicar la violencia, quizá si se detecte al agresor, pero para evitarlo es algo más allá; es un tema de rivalidades, ya sea por barrios o ciudades que lamentablemente se desatan en el futbol, es un tema muy arraigado en la cultura”, indicó.
Señaló que este tipo de actos son el reflejo de otros conflictos no resueltos por parte de los individuos, que son proyectados en el futbol; tienen un andamiaje complejo y ya violento dentro de sus propios contextos, por lo que han normalizado la violencia.
“El futbol se presta para que ahí se proyecten conflictos o tribulaciones que en otros ámbitos no pueden resolverse, históricamente eran conflictos entre diferentes barrios o ciudades, que se terminan proyectando mediante las porras de futbol”, resaltó.
Para San Román Tajonar, la responsabilidad de los actos de este sábado en el estadio Corregidora debe recaer en los titulares de la Secretaría de Seguridad Ciudadana del estado de Querétaro, Miguel Ángel Contreras Álvarez, y en el titular de Protección Civil Estatal, Carlos Rodríguez Di Bella.
“No sólo puedes echarle la culpa a la seguridad privada del evento, ¿Cuántos y dónde estaban los elementos estatales y municipales? ¿Por qué no actuaron? realmente es grave la negligencia que hubo para percatarnos de las imágenes que circulan, más allá que se vieron rebasados los privados, aquí el tema es porqué no se involucraron y que faltó en el protocolo para evitar este rebase, realmente ellos deberían de renunciar al cargo de inmediato”, recalcó.
Además, enfatizó que la violencia en los estadios ha sido solapada por los clubes y la propia Liga MX al no ofrecer sanciones ejemplares, así como que las autoridades competentes tampoco han hecho lo necesario para erradicarlo, ya que a veces priorizan intereses económicos.
“Cuando el tema está fuera del ámbito futbolístico, quien deberá de estar responsable del establecimiento, es el responsable de los actos que sucedan en el mismo, esto incluye los actos de violencia, entonces este es un trabajo entre los directivos de los clubes, la administración del estadio, la liga, es un tema de sanción interna”, resaltó.
Índices de violencia en el futbol en México
En la investigación “¿Frustración o rivalidad? La violencia en la Liga MX”, realizada por los comunicólogos Luis Fernando Ruíz y Luca Mangioni, se dio cuenta de que la violencia está mayormente relacionada con la rivalidad que existe entre los equipos, por encima de la frustración de un marcador en un partido.
Lo anterior, de acuerdo con los resultados sobre el análisis del índice de violencia en 333 partidos de la Temporada de futbol de la liga mexicana 2016-2017, en donde se identificó que hubo 26 actos de violencia, lo que significó el 7.8% de los partidos realizados, es decir un caso de violencia cada jornada y media.
La investigación señala que en todos los casos la variable rivalidad estuvo relacionada con la violencia, por lo que intuyen que no existe una relación entre la frustración y la violencia en el futbol mexicano, pero sí así con la rivalidad entre equipos.
El origen de la Resistencia Albiazul
Amilcar Rafael Godínez, uno de los líderes y fundadores de la “Barra Resistencia Albiazul” ha dicho que el origen se dio por la intención de apoyar al equipo queretano en ese entonces, de una forma diferente a como lo hacían las personas de otros grupos animaciones locales, los cuales los excluían por su diferencia de edad.
Respecto a la violencia ejercida señaló que se ha buscado mantener un orden e incluso una democracia dentro de la barra, pero les ha resultado imposible, porque no han tenido la oportunidad de organizarse.
“Muy pocas veces hemos tenido apoyo de la directiva de Querétaro, tratamos nosotros a nuestras formas financiarnos para viajes, banderas, globos, carteles instrumentos; todo sale de nuestros bolsillos (...) tratamos en algún momento de organizar unas tipo elecciones para saber qué es lo que quiere la gente de la barra, pero fue imposible, no teníamos los recursos ni el lugar para organizar tipo asambleas ordinarias, sí tenemos reuniones pero son más informales, realmente es algo entre amigos generalmente”, resaltó.