Comerciantes del llamado “Triángulo Rojo” de Puebla aseguran que es preocupante la situación que se vive en la zona por el tráfico de las mercancías que son robadas de los trenes, y que suelen tener como destino final las centrales de abasto.
Te podría interesar
Un comerciante entrevistado por Vía.Tres, que solicitó el anonimato, dijo que las autoridades estatales conocen el destino de los productos extraídos de forma ilegal; pero no han tomado acciones para detener el ilícito.
“Estamos en una zona que es el triángulo rojo, como lo llaman, y pues las cosas están muy feas en todo este tramo, eso lo sabe perfectamente la fiscalía, la Guardia Nacional y la Policía Estatal, ellos tienen toda la información”, dijo.
Al respecto, el especialista en derecho penal de la Escuela Libre de Derecho de Puebla (ELDP), Jonathan Carlos Amaro Hernández, lamentó que en municipios como Tecamachalco y Serdán la gente conozca a los responsables de robar la mercancía, incluso identifiquen a quienes la venden casi a mitad de precio.
"Las autoridades deben pedir que se acredite la posesión de los productos a los que se dedican a vender en las centrales de abasto, como se hace con la gasolina; si llevo un bidón con gasolina ahora me piden justificar dónde la compré, pero si no lo hago es prisión… Es necesario endurecer las sanciones o establecer medidas cautelares contra este tipo de delitos", agregó.
El catedrático consideró que las autoridades han sido rebasadas por las células delictivas y eso ha derivado en el incremento de robos a trenes en diferentes municipios, sobre todo en los que están dentro de la zona crítica delictiva desde el origen del "huachicol", que comprende los municipios de Tecamachalco, Acajete, Quecholac, Palmar del Bravo, Acatzingo y Tepeaca, y ahora se ha ampliado a Ciudad Serdán.
"Falta implementar políticas públicas tendientes a prevenir el delito, que se refuerce las carreteras con más elementos, incluso que vayan en los ferrocarriles; que se dé una mayor vigilancia en vías férreas, porque ponen obstáculos e incluso llegan a desenganchar los vagones", apuntó.
Agregó que la prevención y erradicación del delito requiere un trabajo coordinado entre autoridades y recordó que el robo a transporte de carga amerita prisión preventiva oficiosa, al catalogarse éste como un delito grave.
El castigo a ese ilícito va de los seis meses hasta 14 años de prisión, dependiendo el valor de lo robado y las agravantes que se den en cada caso.
De acuerdo con el último reporte de la Agencia Reguladora de Transporte Ferroviario (ARTF), Puebla ocupó en 2021 el primer lugar nacional en este tipo de robo, con 355 atracos.
Según el estudio, cada 24 horas con 41 minutos se cometió un robo a un tren; en la mayoría de los casos no hubo detenidos ni se localizó la mercancía, la cual va desde material de construcción, granos y artículos del hogar, hasta línea blanca.
El municipio de Ciudad Serdán fue el que tuvo más atracos al registrar 38; mientras Tecamachalco y Puebla capital registraron 30 y 10 casos respectivamente.