APRO.- La agencia calificadora Moody’s Investors Service redujo la calificación crediticia de México de “Baa1” a “Baa2”, aunque mejoró la perspectiva a “estable” desde “negativa”, por las “débiles perspectivas de inversión” y “rigideces estructurales” que presenta el país.
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En un reporte, la firma con sede en Nueva York señaló que la actividad económica continúa siendo afectada por débiles perspectivas de inversión y rigideces estructurales, factores que impedirán revertir el impacto que la pandemia tuvo sobre la actividad económica.
Advirtió que la fortaleza fiscal de México se verá afectada de una manera cada vez más manifiesta por mayor rigidez del gasto público asociada a la decisión del gobierno de mantener apoyos a empresas estatales como Pemex; aumentar erogaciones relacionadas con pensiones y mantener inalterados gastos de capital etiquetados; y un bajo nivel de colchones financieros debido a que los fondos de estabilización fiscal prácticamente se han agotado.
En conjunto, dijo, estos elementos restringirán la capacidad de las autoridades para responder a choques durante los próximos años.
“Aunque el gobierno ha compensado el aumento de estos rubros de gastos mediante austeridad en salarios públicos y la ejecución de gastos en bienes y servicios, y con el agotamiento de los fondos de estabilización y recursos de fideicomisos, Moody's considera que estas medidas serán cada vez menos efectivas para evitar un deterioro de las cuentas fiscales”, señaló en su reporte.
Moody's espera que el PIB de México se expanda 2% en promedio en 2022-24, de manera que la economía volverá a los niveles de 2019 hasta 2023, mucho más tarde que la mayoría de los soberanos calificados en Baa.