El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) tiene elementos de duda razonable sobre la responsabilidad de las personas que han sido detenidas hasta el momento por el secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses; sin embargo, han sido identificadas sólo como presuntos integrantes del Cártel del Golfo.
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El 8 de marzo, a cinco días del secuestro, cinco hombres maniatados y con vida fueron encontrados en calles del centro de Matamoros, Tamaulipas, junto a un mensaje que los señalaba como los responsables de privar de la libertad a Latavia McGee, Shaeed Woodard, Zindell Brown y Erick James Williams.
La cartulina estaba firmada por el “Grupo Escorpión” -brazo armado del Cártel del Golfo-. A través de ella se hacía una “disculpa” a la sociedad por la “indisciplina” de sus integrantes, ya que derivó en la muerte de dos estadounidenses (Zindell y Shaeed). “Por ello hemos decidido entregar a los involucrados y responsables directos en los hechos, quienes en todo momento actuaron bajo su propia determinación”, se leía.
Aunque las autoridades de Tamaulipas han logrado la detención de seis personas presuntamente involucradas en los hechos del 3 de marzo, el FBI ha expresado que tiene dudas sobre la responsabilidad de los aprehendidos.
Fuentes diplomáticas informaron que la agencia estadounidense ha tenido acceso a información exclusiva que apuntaría a la participación de otras tres personas, según sus investigaciones.
El Gobierno de Estados Unidos ha señalado que los cinco hombres maniatados que aparecieron en las calles de Matamoros no son los verdaderos secuestrados de sus conciudadanos, pese a que ellos mismos acreditaron su supuesto involucramiento.