APRO.- En entrevista con Proceso, el alcalde de Matamoros, Mario López Hernández, rechazó que el crimen organizado se haya apoderado de la ciudad, aunque reconoció que la ciudadanía ya se acostumbró a cohabitar con los narcotraficantes que, asegura, hacen sus actividades de manera independiente.
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Matamoros es la base histórica del Cártel del Golfo; y el territorio para el trasiego de drogas y otras actividades criminales se lo dividen geográficamente sus células Ciclones y Escorpiones
Tras el secuestro de los cuatro estadounidenses, la muerte de dos de ellos y el rescate y envío a su país de otros dos, la ciudad luce apacible, con recorridos permanentes de soldados en camionetas. Escasea la presencia de la policía de la entidad, ahora llamada Guardia Estatal. La gente sigue con su vida normalizada en el conocido caos vial en el primer cuadro de la ciudad, con calles estrechas y exceso de vehículos.
El presidente municipal, conocido en la política local como "La Borrega", mencionó que el crimen organizado “convulsiona” las ciudades grandes mexicanas en la frontera sur de Estados Unidos, y que Matamoros tiene presencia permanente de narcotraficantes desde 1980; es un fenómeno con el que “así nos tocó vivir”.
Sin embargo, negó que los criminales controlen la ciudad. “Estamos gobernando nosotros, totalmente. Ellos traen sus cuestiones que ya sabemos. Los que somos nativos de aquí sabemos cómo es el crimen organizado, pero deben ser las autoridades estatales y federales las que tomen las decisiones”, afirmó.
Desde 2007, cuando arreció la actividad del CDG con disputas internas, se desintegró la policía municipal de Matamoros, que estaba invadida por criminales con placa. El control de la seguridad pública lo tomaron, desde entonces, la Policía Estatal y el Ejército, recordó el edil.
Actualmente López Hernández pide que sea creado un centro de control de información C4 en la ciudad, para que desde aquí se dé directamente la información a los mandos para que actúen con celeridad, pues el centro de control se encuentra en Reynosa, municipio ubicado a 90 kilómetros. La retransmisión de órdenes es lenta, aseguró.
Insistió en que el municipio no está descontrolado, aunque eso no explica que apenas en estos días arribaron procedentes de Reynosa 200 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y 100 de la Guardia nacional para hacer trabajo preventivo con patrullajes y rondines.
El miércoles 8, Día Internacional de la Mujer, el gobernador Américo Villarreal hizo acto de presencia en esta esquina del país, municipio con 700 mil habitantes. El motivo fue la inauguración de un refugio para mujeres. El acto estuvo resguardado por un inusual operativo de soldados que rodearon el recinto, denominado Mundo Nuevo, y se dispersaron por los alrededores.
En el acto no mencionó a la matamorense que fue asesinada en el fuego cruzado cuando los estadounidenses fueron secuestrados, pero sí entregó un reconocimiento a la cónsul de Estados Unidos en esta ciudad, Yolanda A. Parra, y dijo que “no es casualidad, que este día estemos aquí en Matamoros para devolverles a las mujeres de Tamaulipas un espacio fundamental, un refugio seguro y digno que las acoja cuando enfrentan circunstancias de violencia o ante cualquier otra amenaza”.
Al terminar la inauguración el mandatario estatal llamó a revertir la mala fama que tiene el estado, al que se le considera un sitio violento, pero que aseguró que está dentro de las diez entidades más seguras en el país.
Fue hasta la entrevista después de la inauguración que Villarreal se refirió a la víctima, a la que no menciona por su nombre. Señala que el estado y el municipio ya apoyan a su familia.
Areli fue velada el martes 7 en la Iglesia Cristiana Pentecostés Maranatha en la colonia Delicias. Excompañeros de trabajo entrevistados la describieron como una “una mujer de mucha fe, simpática y alegre”.