Ovidio Guzmán López, “El Ratón”, quien fue recapturado la mañana de este jueves 5 de enero en Culiacán, Sinaloa, no sólo es hijo del “Chapo Guzmán”, actualmente preso en los Estados Unidos, sino dolor de cabeza del gobierno mexicano y del de Estados Unidos.
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Ovidio junto a sus hermanos Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Joaquín Guzmán López, son buscados por la Agencia Antidrogas de EU (DEA), que ofrece una recompensa por 5 millones de dólares a quien brinde información que lleve a su captura.
A sus 32 años, tanto Ovidio como su hermano Joaquín tienen un rol de mando y control en la organización sinaloense, de carácter “transnacional”, y para ello habría reclutado a más de cinco mil hombres en los últimos años para organizar un brazo armado en combate con otros grupos rivales.
Los hermanos supervisan 11 laboratorios en el estado de Sinaloa que producen entre mil 300 y 2 mil 200 kilos de metanfetamina por mes y que son distribuidos en su mayoría a territorio del país vecino del norte de México, de ahí que le buscan para que rinda cuentas en suelo estadounidense.
La DEA reporta que "Los Chapitos" heredaron gran parte de las ganancias del negocio criminal de su padre, basado en el narcotráfico y comenzaron a invertir grandes cantidades de dinero en efectivo en la compra de mariguana en México y cocaína en Colombia.
Hay varias versiones que citan que el apodo de “El Ratón” obedece a que Ovidio es el más “escurridizo” de los hijos del “Chapo Guzmán”, además de que tiene un gran gusto por los animales.
Su apodo fue conocido mundialmente durante el evento llamado “culiacanazo”, en el que fue capturado por autoridades federales y horas después liberado, el 17 de octubre de 2019.
El presidente Andrés Manuel López Obrador declaró entonces que decidió liberar a Ovidio Guzmán para evitar una masacre en Culiacán, ya que sus subordinados amenazaban con atentar contra la población civil.