APRO.- Genaro García Luna, el que en su día fue el máximo responsable de seguridad de México y el encargado de la lucha contra los cárteles de la droga responderá en las próximas horas a cargos en los que le acusan de presuntamente haber aceptado millones de dólares en sobornos a cambio de ayudar al cártel de Sinaloa, para mover drogas y evitar la captura de sus miembros.
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García Luna era más conocido como el exsecretario de Seguridad Pública del expresidente Felipe Calderón, un hombre de aspecto rudo que dirigió la sangrienta guerra contra el narco entre 2006 y 2012.
La fiscalía de Estados Unidos alega que era muy evidente que aceptó decenas de millones de dólares, a menudo metidos en maletines. Las pruebas en su contra incluyen recibos, aunque no está claro si eran de trabajos oficiales, de consultorías del sector privado, de pagos del cártel o de otros sobornos.
Afirman que siguió viviendo de sus ganancias ilícitas incluso después de mudarse a Estados Unidos, donde fue arrestado en 2019, aunque su defensa alega que era un empresario legítimo.
El caso podría revelar cómo los cárteles han podido operar abiertamente durante tanto tiempo: con sobornos a la Policía y al Ejército hasta los cargos más altos.
García Luna no es el primer alto cargo mexicano arrestado por su relación con el narcotráfico. El general Jesús Gutiérrez Rebollo, que fue nombrado zar antidroga por el presidente Ernesto Zedillo en 1996, fue arrestado un año después tras descubrirse que vivía en un apartamento de lujo propiedad del líder del cártel de Juárez, Amado Carrillo Fuentes.