Fue hasta que el presidente Andrés Manuel López Obrador instruyó -por segunda vez- a la titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez, atender las necesidades de protección a la saxofonista María Elena Ríos Ortiz, éstas fueron atendidas.
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Como muchos otros casos que llegan a las conferencias matutinas del presidente de la República, el miércoles pasado un reportero expuso de nueva cuenta en este espacio la falta de atención a las demandas de Elena Ríos, sobreviviente a un ataque con ácido en el estado de Oaxaca.
De manera insistente, el comunicador señaló que a pesar de que la artista oaxaqueña ha recibido de manera contínua amenazas de diversa índole, sólo se le presta protección en Oaxaca, pero no en la Ciudad de México, lugar a donde se tiene que trasladar periódicamente por cuestiones médicas.
“No, se le va a dar en todos lados si no la tiene”, contestó el primer mandatario.
En respuesta, el presidente López Obrador aseguró que “ya se le había atendido” e incluso aseguró que recibió un informe sobre la supuesta atención que le habría prestado la secretaria de Seguridad Rosa Icela Rodríguez; sin embargo, esta versión fue desmentida por la propia Elena, horas después de la conferencia matutina.
“Sí la recibieron y me informaron. O sea, la recibió Rosa Icela Rodríguez, ella me informó, hablaron con ella y la van a seguir atendiendo.
“Lo vemos, porque después de que aquí se trató el tema yo pedí que se le atendiera y luego
me informaron, yo recibí el informe. Sin embargo, si no es así, hoy mismo lo voy a ver y la van a buscar para ayudarle en todo”, sentenció.
El reportero también dio voz a la denuncia de Ríos Ortiz en el sentido de que el fiscal de Oaxaca le hizo saber que no puede detener a su agresor intelectual, Juan Antonio Vera Hernández, pues ello implicaría “ir contra el gobernador y no quiero problemas con el gobernador”.
Las palabras de López Obrador esta vez sí tuvieron eco y dos días después Elena agradeció a través de sus redes sociales a la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez; al subsecretario de Seguridad, Ricardo García Berdeja; y a Enrique Irazoque, titular de la Unidad para la Defensa de los Derechos Humanos-Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, haber atendido las instrucciones presidenciales.
“Quiero agradecer al presidente Andrés Manuel López Obrador por darle seguimiento a los compromisos que dijo en su conferencia matutina…Estaré pendiente de que se culminen todos los puntos que se trataron en nuestra reunión. Muchísimas gracias”, dijo.
El pasado 9 de septiembre se cumplieron tres años del intento de feminicidio que sufrió Elena Ríos, y aún falta por detener a su agresor intelectual, Juan Antonio Vera Hernández.
En este marco, en un video que publicó en redes sociales desde la cama de un hospital, la saxofonista denunció que el pasado 25 de agosto el fiscal de Oaxaca, Arturo Peimtbert, le informó que no puede detener a su agresor, Juan Antonio Vera Hernández, “porque no quiere problemas con el gobernador Alejandro Murat Hinojosa y su padre José Murat”.
Durante este periodo, de acuerdo con sus declaraciones, el gobernador Murat, ha intentado quitarle los tratamientos médicos a los que tiene derecho, con base en los artículos 8, 25, 26 y 27 de la Ley General de Víctimas, y ha sido sometida a diversas cirugías plásticas por las severas lesiones que le dejó el ácido con el que fue atacada.
Asimismo, se le ha negado en distintas ocasiones la seguridad que otorga el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.
En su lucha continua por encontrar justicia, Elena Ríos acudió el pasado 6 de septiembre a la Cámara de Diputados, día en que se aprobó una reforma para tipificar como violencia contra las mujeres el daño causado con ácido o cualquier otra sustancia corrosiva, y solicitó que la Fiscalía General de la República (FGR) atraiga su caso.
Cifras de la Secretaría de Salud refieren que en lo que va de este 2022 se han registrado al menos 47 ataques a mujeres con sustancias corrosivas.