El desaire que tuvo el líder nacional del PAN, Marko Cortés, hacia Alejandro “Alito” Moreno durante la toma de protesta de Estaban Villegas, como nuevo gobernador de Durango, dejó más claro que la negociación para mantener la coalición Va por México no se dará por la vía de los tres presidentes nacionales.
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En realidad lo que buscan el PAN y el PRD es que una vez que el PRI cumpla en el Senado con su compromiso de votar en contra la militarización de la Guardia Nacional, se abran los espacios para retomar el diálogo, ya no con “Alito” Moreno, sino con líderes del tricolor en esa cámara.
Esta posibilidad no solo permitiría que liderazgos del PRI en el Senado puedan alzarse como los salvadores de la alianza, sino que los fortalecería para de una vez por todas arrinconar a Moreno Cárdenas y quizás provocar su salida anticipada al frente del Revolucionario Institucional.