Martes 16 de Enero de  2024
ENTREVISTA VÍA.TRES

Crimen organizado detrás del 80% de asesinatos de sacerdotes en México

El país es uno de los más peligrosos para ejercer el sacerdocio

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En los últimos tres sexenios se han registrado 48 asesinatos de sacerdotes y dos desapariciones; el 80% de los casos está relacionado con el crimen organizado, según lo señala Omar Sotelo, director del Centro Católico Multimedial, en entrevista para Vía.Tres.

Tan sólo en lo que va de la administración de Andrés Manuel López Obrador, suman ya siete las muertes violentas de sacerdotes, luego de que los jesuitas Javier Campos Morales (el padre Gallo) y César Joaquín Mora Salazar fueran ultimados el lunes pasado en un templo del poblado de Cerocahui, municipio de Urique, Chihuahua.

En el mandato del panista Felipe Calderón Hinojosa asesinaron a siete religiosos; mientras que en el periodo del priísta Enrique Peña Nieto sumaron 24 los homicidios y dos las desapariciones.

“En los periodos de Calderón y de Peña Nieto, fue cuando el número de sacerdotes asesinados creció considerablemente. En este último sexenio llevamos siete sacerdotes ejecutados y detrás de más del 80% de los casos se encuentra la mano del crimen organizado”, acusó Sotelo.

El contexto de violencia que se vive en todo el país colocan a México como uno de los países más peligrosos para los clérigos. “México por trece años consecutivos ha sido uno de los países más peligrosos para ejercer el sacerdocio”, remató Sotelo.

“Con Peña Nieto se dio uno de los hechos más lamentables, cuando al interior de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México fue apuñalado después de oficiar la misa y posteriormente perdió la vida”, relató el experto en información eclesiástica.

En ese sexenio hubo diferentes ataques a iglesias, tanto en Matamoros como en la Ciudad de México, en la misma sede del Episcopado Mexicano en la Ciudad de México colocaron una artefacto explosivo que hizo estallar la puerta, “pero los  actuales asesinatos contra sacerdotes, nos marcan que la tendencia no cambiará”, detalló Sotelo. 

En este marco, el director del Centro Católico Multimedial destacó que el año 2021 se registraron más de 850 amenazas de muerte contra sacerdotes.

“Principalmente son por el derecho de piso, ya que como muchas parroquias y centros pastorales están en medio de caminos rurales en donde hay trasiego de droga, de armas, de personas, los sacerdotes son amedrentados para que no hablen. Otras son extorsiones en las que a través de mensajes de texto, de Whatsapp y demás, les exigen pagar una cuota también”, dijo Omar Sotelo.

Aseguró que como en el caso del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, que a 29 años de ser acribillado el 24 de mayo de 1993 no hay ningún inculpado, “hoy prevalece la impunidad en la mayoría de los crímenes” contra sacerdotes.

“La gran mayoría de los casos que hemos registrado han quedado con las carpetas de investigación en proceso, a muchas de ellas ya se les dio el carpetazo. En los últimos casos en Guerrero, Chihuahua, Veracruz, en el Estado de México, siguen impunes, se ha apresado en algún momento a alguna persona, pero después se les dejó en libertad o simplemente el caso se minimizó”, refirió.

 

Pero, ¿por qué estas agresiones al sector sacerdotal?

“El sacerdote dentro de su territorio parroquial es un estabilizador social, la parroquia es un centro, no sólo que promueve o es un servicio espiritual para los ciudadanos de esas localidades, sino que también es un apoyo para migrantes, sector salud, es un apoyo educativo. La parroquia es un campo abierto en donde las comunidades encuentran muchísimos elementos para el crecimiento propio, personal y de la comunidad”, explicó el entrevistado.

“Este estabilizador social es atacado, oprimido o violentad. El crimen organizado ve en las parroquias, ve en los sacerdotes una competencia, como un obstáculo a desaparecer, porque una vez que tu eliminas a un sacerdote puedes enquistar la cultura del silencio, del terror, lo que alimenta un caldo de cultivo tremendo para la narcocultura, una narcoeconomía y lamentablemente una narcopolítica”, reveló. 

Por ello, Sotelo junto con la Comunidad Jesuita y la Iglesia en general exigieron  a los tres niveles de gobierno que no haya impunidad en el asesinado de los dos sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y César Joaquín Mora Salazar. “No merecemos un México que siga derramando sangre”.