En Puebla, Iván, un joven de 28 años, acudió el viernes 21 de octubre a un bar localizado en el Centro Histórico de esa ciudad, ahí conoció a otro joven al que invitó a su casa, fue drogado y despertó al día siguiente cuando su departamento ya había sido saqueado.
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Ese mismo día, pero en un bar de Cuajimalpa, una alcaldía de la Ciudad de México, otra joven fue localizada gracias a su teléfono en un baño habilitado como bodega dentro de un bar; había sido drogada, robada y al parecer abusada sexualmente.
En ambos casos podría haber sido utilizada una droga conocida como escopolamina, considerada la “droga de la violación”, empleada para aturdir a la víctima y robarla o abusar de ella.
Es una de las sustancias psicoactivas más recurrentes entre los delincuentes; proviene del género de plantas brugmansia, son pequeños arbustos que alcanzan alturas de 3 a 11 metros y se consideran altamente tóxicos por su contenido en alcaloides tropánicos como la escopolamina y la hiosciamina.
El caso de Iván ocurrió cuando al ir al bar, un joven se le acercó a la mesa, comenzaron a charlar y decidieron beber juntos en el bar, hasta que entrada la noche acudieron al domicilio de la víctima, para seguir con la reunión.
Ya en el departamento estaban Iván, su mejor amigo, un chico que se sumó a la reunión y el atacante, quien dijo llamarse Víctor, pasadas las 4 y media de la mañana, fue al baño y al salir les ofreció bebidas a los tres jóvenes.
Iván cuenta que a partir de ahí perdió el conocimiento y despertó cerca de las 2 de la tarde gracias a su amigo, hasta entonces se percataron del robo.
De su casa sustrajeron un Xbox, dos laptops, un echo dot, dos pares de tenis que recientemente había comprado, su teléfono celular, cartera e inclusive una rasuradora.
Al mejor amigo le robaron su teléfono celular y su cartera, mientras que al otro acompañante le robaron las mismas pertenencias, además de que al despertar se sentían en mal estado de salud, por lo que apenas y podían sostenerse.
El monto de las cosas sustraídas fue de unos 40 mil pesos aproximadamente, por lo que ya fue presentada una denuncia ante la Fiscalía General del Estado (FGE).
En el caso del Hookah Santa Fe, la joven se perdió de la vista de sus amigas, quienes avisaron a su madre que no la localizaban. La señora supo de su ubicación a través de una aplicación del celular.
El personal del bar le indicó, en un primer momento, que la joven no se encontraba en el lugar. Más tarde entró al establecimiento y encontró a su hija confusa en el suelo del baño, un lugar “que funciona como bodega”, lleno de bolsas negras que cubrían el piso y los muebles.
Fue hasta el pasado martes, cuatro días después de lo ocurrido, cuando la Fiscalía de la Ciudad de México anunció una investigación contra el local por el revuelo que hubo a través de las redes sociales.
La madre asegura que habló con una doctora del Hospital Ángeles Lomas quien le planteó que la joven podría haber estado bajo los efectos de la escopolamina.
Fue hasta que en redes sociales movilizaron el reclamo debido a que el lugar seguía abierto pese a la denuncia pública del caso; y fue hasta el miércoles pasado que se inspeccionó el interior del local y más tarde se suspendieron las actividades del establecimiento; además se anunciaron “varias sanciones económicas”.
Ayer mismo se difundió en redes sociales el caso de una chica que había sido drogada en su propio edificio por un grupo de secuestradores, en la capital de Jalisco, para ello la rodearon y pincharon su bebida con lo que parece una droga, según se ve en el video colgado en Twitter.