Ómicron es la preocupación del mundo. La nueva variante del coronavirus, considerada más contagiosa y letal hasta ahora por la Organización Mundial de la Salud (OMS), surgió en Sudáfrica y ya tiene casos registrado en Israel, Bélgica, Reino Unido, Alemania, Italia y Hong Kong.
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En México se reportó que se desconoce hasta ahora la presencia de esa variante, pero atendiendo a la preocupación de las autoridades sanitarias mundiales, la Secretaría de Salud federal actualiza los protocolos de vigilancia genómica para la búsqueda intencionada de dicha variante.
“Las medidas sanitarias que se tomen serán guiadas por la evidencia científica disponible”, informó la Secretaría de Salud en un comunicado.
El viernes pasado, la OMS nombró a la variante B.1.1.529 como Ómicron y advirtió de un "mayor riesgo de reinfección", según las primeras evidencias científicas preliminares.
El Grupo Asesor Técnico sobre la Evolución del Virus del SARS-CoV-2 la calificó "de preocupación", ya que "presenta un gran número de mutaciones, algunas de las cuales son preocupantes".
Desde Japón, Estados Unidos, Israel, Alemania y hasta Reino Unido dictaron restricciones de viaje para ocho naciones africanas con el fin de evitar contagios de dicha variante del virus.
El director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, expresó en su cuenta oficial de Twitter que el surgimiento de esta variante “evidencia que tenemos que acelerar la igualdad en las vacunas lo antes posible y proteger a los más vulnerables en todas partes”.
Pese a todo, la variante Delta sigue siendo la dominante en todo el mundo y aún no está claro si Ómicron podrá desplazarla.
Mientras tanto se siguen desarrollando medicamentos aunados a las vacunas a fin de atacar al coronavirus, como las píldoras antivirales experimentales -como Paxlovid de Pfizer Inc y molnupiravir de Merck & Co Inc- que atacan partes del virus que no han cambiado en ómicron, y estos fármacos podrían ser aún más importantes si la inmunidad natural y la inducida por la vacuna se ven amenazadas.
No obstante, poco se sabe de la nueva variante, y los científicos internacionales dicen que podrían pasar algunas semanas antes de poder determinar el grado de contagio, el padecimiento que provoca y hasta donde se ha extendido el contagio.
La principal pregunta pese a todo es si la protección de las vacunas contra el Covid-19, administradas en casi 8 mil millones de dosis en el planeta- se mantendrá y si las personas previamente contagiadas por el coronavirus serán inmunes a la infección por Ómicron.