De acuerdo con información del Servicio Geológico de Estados Unidos, este lunes se registró un nuevo terremoto en el sur de Turquía, con una magnitud de 6.4 grados Richter. De momento, la provincia turca más afectada por este nuevo suceso es la de Hatay.
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El epicentro de este temblor se dio a unos kilómetros al sur de la ciudad de Antioquía; el sismo comenzó a las 20:04 horas (hora local), de acuerdo con el observatorio sisimico de Kandilli, ubicado en Estambul. Según los turcos, el temblor también se sintió en países vecinos. Poco después del temblor de 6.4, nuevamente volvió a temblar, esta vez, con una magnitud de 5.8 grados.
De momento, se reportan varios edificios colapsados por estos nuevos sismos, aunque no se ha dado a conocer ninguna cifra que indique que haya más víctimas sumándose a los números de los temblores que ocurrieron el 6 de febrero, aunque se puede esperar que ese número crezca con este nuevo desastre natural.
Fuat Oktay, el vicepresidente turco, utilizó su cuenta de Twitter unos minutos después de la réplica para pedirle a la población de Hatay que se alejen de los edificios que muestran indicios de un posible colapso. Al mismo tiempo, la Agencia de Gestión de Desastres y Emergencias de Turquía (AFAD por sus siglas en inglés) advirtió de la importancia de mantenerse alejados de la costa, pues tras el sismo, el nivel del mar subió hasta 50 centímetros.
Por su parte, Refik Eryilmaz, el alcalde de la ciudad de Samandag, la más importante de la provincia de Hatay, dijo lo siguiente en una entrevista con una televisora local:
"Algunos edificios dañados se derrumbaron en el último terremoto. Debido a las dificultades de comunicación no estoy en condiciones de verificar si hay gente dentro de alguno de ellos. Samandag está junto al mar, así que debido a la advertencia de AFAD hay un ambiente de pánico".
El terremoto del 6 de febrero que afectó a Turquía y Siria tuvo una magnitud de 7.8 grados y ha registrado hasta este lunes más de 45 mil muertos. Estos nuevos terremotos preocupan a las autoridades locales e internacionales, pues solamente agravaron una situación que ya era suficientemente caótica y trágica.