Este miércoles Gotabaya Rajapaksa dejó su país rumbo a las Maldivas después de que Sri Lanka colapsara económicamente, esto desató un levantamiento en contra de su mandato. Se espera que una vez que llegue a las Maldivas, Rajapaksa se trasladará a Singapur, done comenzará su camino por el asilo político.
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La salida de Rajapaksa dejó al primer ministro de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, como el presidente interino. Inmediatamente, Wickremesinghe declaró un estado de emergencia y un toque de queda por todas las protestas que se estaban llevando a cabo en el país.
El 31 de marzo, protestantes en contra del gobierno comenzaron a lanzar ladrillos a la residencia presidencial, incluso se registraron pequeños incendios. Dos días después, los protestantes entraron por la fuerza a la residencia del presidente, exigiendo su renuncia.
Algo similar volvió a ocurrir cuando Wickremesinghe declaró el estado de emergencia hasta el día de mañana. Protestantes de la administración entraron a la fuerza a la oficina del ahora presidente interino. Desde entonces, se desconoce su ubicación, ya que se mantiene en secreto.
El ataque a la oficina de Wickremesinghe causó que la policía usara gas lacrimógeno en contra de los protestantes. El ataque a la oficina duró aproximadamente tres horas, y a causa del gas y sus lesiones, una mujer de 26 años falleció.
En un comunicado, Wickremesinghe, dijo que no tenían ningún derecho de entrar a su oficina: “Querían detener el proceso parlamentario. Pero debemos respetar la constitución”.
La inflación que vive el país está disparando el precio de todos los productos básicos. Sus reservas monetarias se colapsaron a niveles históricos y los dólares americanos se agotaron para poder hacer el pago de importaciones esenciales como los alimentos, el combustible y las medicinas.
Ministros del gobierno han renunciado en masa en los últimos meses, e incluso se han unido a las protestas de los ciudadanos. La mayoría de la población culpa a Rajapaksa por liderar una administración acusada de altos niveles de corrupción y desorganización, siendo estas las principales razones de la bancarrota del país.