La revolución popular que tiene en crisis a Sri Lanka ya dejó unas 103 personas heridas durante este fin de semana, cuando la gente se arremolinó en Colombo, la capital del país, para asaltar la casa presidencial y orillar a dimitir al presidente, Gotabaya Rajapaksa, y al primer ministro, Ranil Wickremesinghe.
La causa de este movimiento social obedece a la crisis económica que azota a la nación desde hace por lo menos cinco años.
Este domingo un portavoz del Hospital Nacional de Sri Lanka, en la capital, declaró a la cadena News First que 55 personas permanecen hospitalizadas, 11 heridos son periodistas y al menos dos personas están en estado crítico.
Hasta ahora, según reportó la policía, sólo tres personas fueron arrestadas por su implicación en el ataque al domicilio de Wickremesinghe, según el portavoz policial Nihal Talduwa.
Desde el sábado miles de personas se han manifestado en Colombo y otras ciudades de Sri Lanka para protestar contra Rajapaksa tras meses de movilizaciones.
Los manifestantes han asaltado la residencia oficial presidencial y se desconoce el paradero del presidente.
Tras las protestas, el primer ministro Ranil Wickremesinghe anunció su renuncia y más tarde el propio Rajapaksa prometió que dejará el cargo el próximo miércoles.