Sábado 13 de Enero de  2024
UN PONTÍFICE HISTÓRICO

Murió el Papa emérito Benedicto XVI; tenía 95 años

Su salud se había deteriorado hace algunos años y desde su renuncia, en 2013, se mantuvo en el monasterio Mater Ecclesiae, donde falleció

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Este sábado 31 de diciembre falleció, a los 95 años, el papa emérito Benedicto XVI en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano, donde residía desde su histórica renuncia al cargo de la Iglesia, en 2013, confirmó hoy la Santa Sede en un comunicado.

“Con pesar doy a conocer que el papa emérito Benedicto XVI ha fallecido a las 9:34 horas en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano”, se lee en el documento oficial.

El pasado 28 de diciembre ya se sabía que la situación eran crítica luego de que el papa Francisco dijo que la salud de su antecesor era grave.

Posteriormente, el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni, confirmó que la situación de Joseph Ratizinger, papa y teólogo alemán, se había “agravado a causa de su avanzada edad”.

El secretario personal del pontífice emérito, monseñor Georg Ganswein, dijo en varias ocasiones que en los últimos años su condición era como “una vela que se apaga lenta y serenamente”.

El 30 de diciembre, la Santa Sede aseguraba que Benedicto XVI presentó unas condición “estable”, y fue asistente a una misa  en su habitación.

Benedicto XVI se mantuvo en ese inmueble desde su renuncia al papado, anunciada el 11 de febrero de 2013 y consumada el 28 de aquel mismo mes, la primera vez en seis siglos, desde tiempos de Gregorio XII.

Desde el 2 de abril de 2013, Ratzinger vivía rodeado de su “familia” vaticana, formada por su secretario, un médico, un enfermero y cuatro mujeres laicas consagradas del instituto “Memores Domini”, que pertenece al movimiento Comunión y Liberación, que se reparten las tareas de la casa y se ocupan de las necesidades del papa emérito.

Benedicto XVI prometió mantenerse en silencio tras su renuncia en señal de respeto por su sucesor, aunque en algunas ocasiones se manifestó ante los hechos noticiosos.

En febrero de 2022 pidió perdón por los abusos y errores ocurridos durante sus mandatos en los distintos cargos que ha ostentado, tras la divulgación de un informe sobre abusos sexuales a menores en Alemania en el que se le acusaba de estar al corriente en su época como arzobispo de Múnich (1977-1982).

“Una vez más sólo puedo expresar a todas las víctimas de abusos sexuales mi profunda vergüenza, mi gran dolor y mi sincera petición de perdón. He tenido una gran responsabilidad en la Iglesia Católica”, subrayó en un comunicado.

Había salido en muy pocas ocasiones de los muros leoninos, una vez para visitar a su inseparable hermano, Georg, en el hospital y en junio de 2020, cuando viajó hasta Ratisbona para verlo de nuevo pocas semanas antes de morir con 95 años.