Con el tiempo, las almohadas pueden volverse amarillas debido al sudor, la humedad y la acumulación de residuos corporales. Aunque laves las fundas con frecuencia, las manchas pueden permanecer en ellas, afectando su higiene y apariencia. Afortunadamente, existen métodos efectivos para devolverles su color original y mantenerlas frescas.
Con estos trucos, tus almohadas quedarán como nuevas, frescas y libres de manchas, mejorando la calidad de tu descanso.
Lavado con bicarbonato y vinagre
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El bicarbonato de sodio y el vinagre blanco son aliados poderosos para eliminar manchas y olores. Para limpiar las almohadas en la lavadora:
- Añade media taza de bicarbonato de sodio y media taza de vinagre en el ciclo de lavado con agua caliente.
- Lava como de costumbre y deja secar al sol para un efecto blanqueador natural.
Uso de peróxido de hidrógeno y detergente
El peróxido de hidrógeno es un blanqueador suave que ayuda a eliminar las manchas amarillas. Sigue estos pasos:
- Mezcla media taza de peróxido de hidrógeno con una taza de detergente líquido.
- Remoja la almohada en la mezcla durante 30 minutos antes de lavarla en la lavadora.
Jabón y agua oxigenada para manchas difíciles
Para manchas persistentes:
- Mezcla agua oxigenada con bicarbonato hasta formar una pasta.
- Aplica sobre las manchas y deja actuar 20 minutos antes de enjuagar.
Consejos para evitar las manchas amarillas
Después de lavar tus almohadas y dejarlas como si estuvieran nuevas, toma en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Usa fundas protectoras impermeables.
- Lava las almohadas cada 2-3 meses.
- Deja que se aireen al sol para prevenir la humedad.
J.R