Las pilas son objetos esenciales en cualquier casa, ya que con ellas podemos hacer que funcionen una gran cantidad de dispositivos, como linternas, juguetes o los controles de los televisores. Sin embargo, hay que tener cuidado cuando estás ya son viejas, pues desprenden un ácido que resulta peligroso si llegamos a tener contacto con él.
Con el paso del tiempo, las pilas utilizadas empiezan a desintegrarse y como consecuencia, desprenden un líquido que resulta tóxico para nosotros. Este ácido contiene diferentes compuestos químicos como el cadmio, el níquel o el mercurio, los cuales no solo atentan contra nuestra salud, también pueden contaminar el suelo o el agua si entran en contacto con ellos.
El hecho de que las pilas viejas liberen este líquido se denomina sulfatación y, si llegamos a tocar la sustancia que desprenden nos puede provocar una irritación muy intensa ya que contiene hidróxido de potasio, el cual puede dañar de forma severa nuestras vías respiratorias, nuestros ojos y la piel. Si esto llega a ocurrir, habrá que buscar atención medica lo más pronto posible.
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¿Qué hacer con las pilas viejas?
Debido a que contienen una gran cantidad de sustancias químicas, hay que tener especial cuidado con las pilas que vamos a desechar. Lo más importante es evitar entrar en contacto con las sustancias que liberan. Aunado a ello, habrá que tirarlas en los lugares indicados, pues son muy dañinas para el medio ambiente si no se manejan como es debido.
J.R