El bañarse es una actividad esencial para nuestra higiene personal, pero cada quien la lleva a cabo como más se le acomode. Algunas personas suelen hacerlo por las noches mientras que otros lo hacen en las mañanas, asimismo, hay quienes toman una ducha con agua muy caliente, pero esto puede traerte serias consecuencias.
Según un artículo publicado en The New York Times, el bañarse con agua caliente puede ser perjudicial para nuestro cuerpo, en especial para nuestra piel y el cabello. En el primero caso, se pueden presentar los siguientes efectos:
- Daño a la barrera cutánea: la temperatura alta de las duchas calientes puede dañar la barrera cutánea, lo que puede permitir la entrada de patógenos y alérgenos.
- Aparición de arrugas: bañarse con agua caliente puede causar la aparición de arrugas y líneas finas en la piel, ya que la temperatura alta puede reducir la producción de colágeno.
Pero esto no es todo, pues si te bañas con agua muy caliente con frecuencia, tu cabello podría padecer lo siguiente:
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- Daño a la cutícula del pelo: la temperatura alta de las duchas calientes puede dañar la cutícula del pelo, lo que puede causar sequedad, aspereza y rotura del pelo.
- Pérdida de brillo y suavidad: el agua caliente puede eliminar el brillo y la suavidad natural del pelo, lo que puede dejarlo opaco y sin vida.
- Aparición de puntas abiertas: bañarse con agua caliente pueden causar la aparición de puntas abiertas en el cabello, lo que puede requerir un corte para reparar el daño.
¿Cómo protegerse del agua caliente?
Si tú eres de las personas que se baña con agua caliente, no te preocupes, pues no debes dejar de hacerlo, pero te sugerimos seguir estas recomendaciones para evitar sufrir los daños previamente descritos:
- Baja un poco la temperatura del agua.
- No te tardes más de 10 minutos en la regadera.
- Usa productos de cuidado personal para la piel y el cabello.
J.R