Este martes, una investigación publicada por un equipo de académicos japoneses en el diario científico “Nature” demostró que dos compuestos orgánicos esenciales fueron encontrados en muestras del asteroide “Ruygu”, las cuales fueron recuperadas en el 2019 por la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial.
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Dentro de estos pedazos de asteroide, los científicos japoneses fueron capaces de descubrir rastros de uracilo y niacina, dos componentes químicos que forman parte del ARN, un tipo de molécula que contiene la información del funcionamiento de múltiples seres vivos.
El ADN es el material que contiene la información hereditaria de los humanos y está formado por dos cadenas genéticas enrolladas en un espiral. Por otro lado, el ARN está formado por una sola cadena y está presente en la formación y genética de distintos virus y células procatorias y eucariotas.
Yasuhiro Oba, el autor principal de la investigación japonesa y un astroquímico de la Universidad de Hokkaido en Japón, dijo lo siguiente sobre su descubrimiento:
"Nuestro principal hallazgo es que el uracilo y la niacina, ambos de importancia biológica, están efectivamente presentes en entornos extraterrestres y pueden haber llegado a la Tierra primitiva como componentes de asteroides y meteoritos".
Tal como lo detalla el investigador, esta nueva información podría indicar que la teoría que dicta que la vida en nuestro planeta llegó del espacio exterior podría sin problema alguno ser la más acertada. Al mismo tiempo, podría significar un gran argumento al momento de cuestionarnos si en verdad existe más vida en el vasto universo que nos rodea.
De acuerdo con los científicos, estos componentes bien pudieron desempeñar “un papel en la evolución prebiótica de la Tierra y, posiblemente, en la aparición de la primera vida".
Las muestras del asteroide Ruygu fueron obtenidas en el 2019 por la nave espacial japonesa “Hayabusa 2”. Dichas muestras fueron cuidadosamente selladas en una cápsula que aterrizó en territorio australiano el 2020. Desde entonces, fueron llevadas para ser estudiadas a Japón, donde hasta el día de hoy continúan sin tener ningún tipo de contacto con los contaminantes del planeta Tierra.
Según Yoshinori Takano, el coautor de la investigación, ahora dedicarán sus enfoques a estudiar las muestras del asteroide “Bennu”, las cuales llegarán al planeta en septiembre de este año gracias a la misión de la NASA “OSIRIS-Rex”, la cual lanzó una sonda espacial en el 2016 para conseguir más información sobre los rocosos cuerpos celestes.