El “tsunami poblacional” y la infertilidad son problemas de salud mundial: muchas parejas tienen muchos hijos y otras ni siquiera pueden tener uno.
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Se calcula que 186 millones de personas en el mundo padecen infertilidad por diferentes causas; entre ellas, en el caso del hombre, la incapacidad de sus espermatozoides para llegar al óvulo.
Se estima que la infertilidad afecta a uno de cada 20 hombres, dijo el doctor Víctor Manuel Torres Flores, investigador de la UNAM.
Con la mira en contribuir a la solución de esos problemas, Torres Flores trabaja en el Laboratorio de Biomembranas de la Facultad de Medicina en varias líneas de investigación enfocadas en quien quiere tener un bebé y no puede por la falta de movilidad en sus espermatozoides; y aquellos que sí pueden fecundar, pero no quieren tener descendencia o desean tenerla en otro momento.
Capacitación a espermatozoides con baja movilidad
Muchos espermatozoides tienen dos cabezas, el flagelo pequeño o simplemente nunca logran ser capaces de tener la movilidad necesaria para llegar al ovocito.
Torres Flores ha conseguido capacitar a espermatozoides con baja movilidad. In vitro, cambia el pH, que es determinante para aumentar el calcio intracelular, lo que detona señalizaciones que ayudan al espermatozoide a moverse y capacitarse para llevar a cabo la reacción acrosomal.
El doctor ha trabajado con el pH en espermatozoides de diferentes pacientes de clínicas de fertilidad. El pH —insiste— aumenta el calcio intracelular y con ello su movilidad. Por eso se ha cambiado “un pH de 7.2 a un pH de 7.6”, lo que ha permitido que se muevan y capaciten más rápido.
El resultado es que tienen un mayor porcentaje de fecundación: ha aumentado entre 30 y 40 por ciento la movilidad de espermatozoides que casi no se movían. Tenían una movilidad de 10 por ciento y es posible aumentarla hasta un 50 por ciento.
Además, a los pacientes con espermatozoides cuya movilidad está disminuida, ahora “podemos darles también otra alternativa para que tengan un ‘súper espermatozoide’ que llegue a la meta”.
A fin de promover una movilidad adecuada, Torres Flores prueba con distintos fármacos, y uno de ellos es la papaverina. Con este reactivo ha logrado que el espermatozoide se reactive, sea más vigoroso y más rápido para llegar al óvulo. “Se mueve de un 20 a un 30 por ciento más de lo que se movía”.
UNAM