El telescopio espacial James Webb descubrió, gracias a su tecnología, la nube interestelar de hielo más fría en la historia, la cual está formada por una combinación de distintos tipos de moléculas que en el futuro podrían terminar creando nuevas estrellas y planetas.
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De acuerdo con datos de la NASA, esta nube se encuentra en la región molecular oscura de nombre “Camaleón”, que está a aproximadamente 630 años luz de distancia del planeta Tierra. Es la muestra del hielo más frío encontrado en las profundidades del espacio.
Las estrellas y los planetas que conocemos, al igual que el que habitamos, nacen de este tipo de nubes moleculares; no todas son igual de frías que la observada por el telescopio, aunque sí están conformadas por moléculas congeladas de distintos gases y polvos que se pueden encontrar en el espacio.
Un científico llamado Klaus Pontoppidan, que forma parte de los equipos del Telescopio Espacial James Webb, dijo lo siguiente sobre el descubrimiento, en una entrevista publicada en el sitio oficial de la NASA:
“Los hielos aparecen como inmersiones contra un continuo de luz estelar de fondo. En regiones que son así de frías y densas, gran parte de la luz de la estrella de fondo está bloqueada, y la exquisita sensibilidad de Webb fue necesaria para detectar la luz de las estrellas y, por lo tanto, identificar los hielos en la nube molecular”.
Este nuevo hallazgo permitirá a los investigadores del telescopio, al igual que cualquier científico que decida adentrarse en la información recabada, entender con mayor profundidad cómo este tipo de nubes terminan convirtiéndose en las estrellas y planetas que podemos observar con la tecnología moderna, pues esta nueva data representa el análisis más profundo de este tipo de cuerpos celestes.
Según la investigación, publicada en el diario científico Nature Astronomy, las moléculas congeladas que fueron observadas mostraban una temperatura de menos de 263 grados centígrados. Utilizando la luz de estrellas distantes, el equipo fue capaz de aislar las firmas de numerosos elementos congelados en el hielo y de digitalizar una imagen clara de la nube.