Un artículo escrito por 25 académicos de universidades como Oxford y York, publicado este jueves en el Diario Americano de Salud Pública, advierte sobre la gravedad y el alcance de la resistencia de antimicrobianos, es decir, las superbacterias.
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Se trata de patógenos virales, bacterianos y fúngicos que han evolucionado lo suficiente para resistir cualquier medicamento desarrollado para matarlos.
Los expertos proponen utilizar el mismo modelo que el acuerdo climático de París del 2016 implementó para unir a varias naciones del planeta, con el fin de combatir una crisis que pone en peligro a todos.
El artículo, titulado “La resistencia global Antimicrobiana: 6 lecciones clave del acuerdo climático de París”, aumentó la preocupación sobre este tema, ya que un artículo que recientemente se publicó en The Lancet proporcionó evidencia de que el crecimiento de las superbacterias en escala global ya es mayor al estimado anteriormente. Actualmente matan a más de un millón de personas al año.
“Cada uso de un tratamiento antimicrobiano, cada vez que un médico prescribe uno de estos medicamentos o lo administra en masa, aumenta la posibilidad de que los microbios desarrollen una resistencia permanente e irreversible a los medicamentos que usamos para detener su propagación”, destacó Issac Weldon, autor principal del artículo.
Al igual que con el calentamiento global, los científicos piden reconocer que no basta con las acciones gubernamentales para aliviar el problema, se necesita una sociedad informada y activa. Los científicos destacan que como con el Covid-19, todos deben actuar, ya que las superbacterias pueden comprometer los sistemas de salud, alimentación y trabajo.
Los autores sugieren también que los países estén legalmente obligados a revisar, monitorear, reportar y mejorar sus estrategias nacionales contra estos rivales y proponen que haya un foro anual en el que participen políticos internacionales y la comunidad científica para fomentar las acciones contra la resistencia de las bacterias.
Según los académicos, la naturaleza de esta nueva crisis requiere un marco legal internacional sólido que sea capaz de responsabilizar a posibles infractores de estas leyes.