Fue un día irregular para Maserati MSG Racing, donde Stoffel Vandoorne realizó una actuación excepcional para asegurar el cuarto puesto en la penúltima carrera de la temporada. Jake Hughes tuvo la mala suerte de no poder aprovechar una excelente clasificación tras un contacto temprano que lo dejó fuera de la carrera.
Tanto Stoffel como Jake entraron en ritmo en la clasificación, marcando vueltas excelentes para avanzar a los duelos. Habiendo participado ambos en el Grupo B, lograron la tercera y cuarta posición, con Stoffel por delante de Jake.
Jake se enfrentó a Mitch Evans de Jaguar en cuartos de final, mientras que Stoffel compitió contra Pascal Wehrlein de Porsche. Ninguno logró avanzar a las semifinales, pero sus tiempos de vuelta les dieron sólidas posiciones de salida, séptima y octava en la parrilla.
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El plan de la carrera se fue al traste rápidamente para Jake, quien se vio involucrado en un incidente en la primera vuelta. Empujado contra las estrechas paredes del London ExCeL, lo que pareció ser un contacto leve provocó daños en la suspensión delantera de Jake, terminando su carrera antes de que siquiera hubiera comenzado.
La atención en Stoffel
La sincronización de sus Modos de Ataque y el Pit Boost sería crucial para lograr un buen resultado. La estrategia se decidió: no se activaría el primer Modo de Ataque hasta que se completara el Pit Boost, combinando ambos para recuperar las posiciones que podrían perderse en la parada. Funcionó bien, con Stoffel saliendo primero en el grupo de los que pararon temprano y alineándose para un cuarto puesto neto.
Otro coche de seguridad salió tarde, tras el que abrió la carrera debido al incidente en el que Jake estuvo involucrado, amenazando con deshacer el trabajo estratégico que Maserati MSG Racing había hecho con Stoffel.
Acababa de activar sus segundos cuatro minutos de Modo de Ataque cuando se desplegó el periodo de seguridad, perdiendo los dos últimos minutos en el periodo de precaución. Pero Stoffel hizo lo suficiente para defenderse de cualquier ataque que Jake Dennis, de Andretti, pudiera haber tenido en el último instante para proteger su cuarto puesto.
Lo malo fue que no tuvo la oportunidad de luchar por el podio, pero fue una sólida actuación del equipo y del piloto para llevarse a casa unos puntos bien merecidos.
El equipo y los pilotos están entusiasmados con el buen rendimiento de hoy en la clasificación, sobre todo porque ha sido un punto débil esta temporada y es fundamental para obtener un buen resultado en el London ExCeL.
Con una carrera por disputar en la undécima temporada, buscarán repetir esa actuación mañana, evitar que Jake se involucre en incidentes en la zona media del grupo y, con suerte, terminar el año con un podio.