La escultura de Neptuno no fue víctima de vandalismo como se refirió en redes sociales, aclaró Rosa Estela Reyes García, directora del Centro Querétaro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien explicó que todo se trató de óxido en la base.
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“No fue vandalismo, nadie la empujó, nada de estas historias son reales. Lo que vimos en cámara, porque estaban los tornillos oxidados, la sujeción que tenían los tornillos no soportaron por el óxido”, remarcó la funcionaria federal.
Fue el 4 de octubre pasado cuando se reportó la caída de la réplica del dios romano, por lo cual se abrió una carpeta de investigación ante la Fiscalía General del Estado (FGE) para investigar los hechos que en un primer momento se atribuyeron a actos vandálicos, según el comunicado del INAH.
“Es un incidente fatal, pero técnicamente las causas de que se haya caído es que la estructura que la sostenía se oxidó y con el aire que hacía, pues con los tornillos oxidados, se cayó”, abundó la delegada del Centro INAH en Querétaro.
La escultura fue colocada de nuevo el 18 de diciembre, luego de más de dos meses de reparaciones, las cuales costaron cerca de 200 mil pesos al Municipio de Querétaro, instancia encargada del mantenimiento y colocación de nueva cuenta.
“Se reparó, servicios públicos municipales la mandó restaurar. Dimos seguimiento, pedimos que patinaran el color porque no había quedado adecuadamente y ya quedó”, explicó Reyes García al señalar el proceso de reinstalación en la fuente.
La escultura de bronce tuvo daños en el tridente, un brazo y el pez que acompaña al Neptuno, cuya escultura original se encuentra en la delegación Centro Histórico.