Tras dos años de una batalla legal para que la iglesia católica reconozca su cambio de identidad de género, Ilsa Aguilar no ha dado un paso atrás en el proceso; considera fundamental que las instituciones reconozcan sus derechos y homologuen su identidad de acuerdo con su acta de nacimiento.
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La acción más reciente que realizó para lograr su cambio de nombre y sexo fue en su fe de bautismo, el pasado 8 de junio, cuando interpuso una queja en el Consejo de la Judicatura de la Federación (CJF) en contra de la juez del Juzgado Tercero Federal, quien resolvió a favor de la Diócesis de Querétaro bajo argumentos que Ilsa consideró transfóbicos.
El transitar de Ilsa data de 2015, cuando obtuvo su cambio de identidad de género en su acta de nacimiento, luego de interponer un juicio, debido a que en Querétaro no hay una legislación que lo permita, a menos que se interponga un amparo.
“Al ser una persona trans en Querétaro, en donde todavía no hay legislación para el cambio de identidad de género y ésta no se puede hacer de manera administrativa, yo logro la modificación de mi nombre y sexo en mi acta de nacimiento, como el documento primigenio, a través de un juicio que se resuelve en el Tribunal Superior de Justicia del estado en Querétaro en 2015”, recordó.
Añadió que desde ese momento ha tenido que tocar puertas en distintas instituciones para homologar sus datos personales con su identidad. Fue entonces cuando a inicios de 2020 acudió a la Diócesis de Querétaro para realizar el trámite correspondiente; sin embargo, éste fue negado por ser un cambio de sexo implícito al cambio de nombre.
“Ello implica que va contrario con su vida interna (de la iglesia), su praxis teológica. Con esa negativa yo promuevo una protección de derecho ante el INAI, porque es el órgano garante de nuestros derechos ARCO (garantizan a las personas el poder de control sobre sus datos personales)”, refirió.
Tras varios meses, el 23 de marzo de 2021 el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos (INAI) resolvió a favor de la activista, por lo que instruyó a la Diócesis de Querétaro a hacer la modificación, pero la institución católica no lo aceptó; y el 28 de abril de ese mismo año la Iglesia promovió un amparo en el juzgado III Federal.
“Aquí comenzó otro transitar. Este amparo indirecto surte fallo el 21 de abril de este año y esto es prácticamente como si te dejaran sin derechos ciudadanos, pero este órgano garante -autónomo, como el INAI- solicita un recurso de revisión y la atracción de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, no sólo por un tribunal colegiado, para que se revise la falta de congruencia”, explicó.
A raíz de este fallo, la activista dijo que el análisis de la jueza se realizó sin perspectiva de género, sin el principio propersona y anteponiendo la vida religiosa por encima de los derechos. Por lo anterior, decidió interponer la queja en contra de la jueza.
Ilsa considera fundamental que exista una legislación que garantice el cambio de identidad de género. Aunque reconoció que esto no garantiza la homologación de su identidad en otros documentos.
"Si ayuda que haya una legislación, porque de ser un trámite tardado como un juicio y, además, los costos, ayuda a que sea accesible para las personas trans que nacen en Querétaro. Pero también es un inicio para que las instituciones nos volteen a ver con perspectiva de derechos humanos y nos reconozcan desde ahí", manifestó.
Explicó que a través de Queretrans, Colectiva Trans de Querétaro, se busca impulsar una iniciativa propuesta por la propia comunidad transgénero del estado, que considere un enfoque de juventudes e infancias diversas, apegada a los más altos estándares de derechos humanos.
En paralelo, la diputada local por Morena, Yasmín Albellán Hernández, desarrolla otra iniciativa en la materia de la mano con el Frente Queretano por el Derecho a la No Discriminación y el Estado Laico.