En Querétaro, a pesar de que los delitos de acoso y hostigamiento sexual están tipificados en el Código Penal estatal, estos sólo se persiguen por querella; por lo que la autoridad no está obligada a investigarlos con un primer reporte y, por tanto, recibe pocas denuncias formales sobre los mismos.
Ante esta problemática, activistas como Priscila Peralta, de Caminamos Juntas, y Ángeles Ortiz Espinoza, de Siempre Seguras, crearon aplicaciones móviles para visibilizar la problemática y para ayudar a las mujeres a denunciar.
El Artículo 167 BIS del Código Penal para el Estado de Querétaro, reformado en el 2018, indica que por este delito al agresor se le impondrá de uno a tres años de prisión; sin embargo, en el Artículo 168 se refiere que se perseguirá solamente por querella; o sea, cuando la afectada ratifique su denuncia ante la autoridad ministerial.
De no existir una denuncia formal sobre los hechos, el agresor será remitido tan solo un día a un juzgado cívico por “escandalizar en la vía pública”.
Las activistas consideraron que las cifras deberían alertar a las autoridades y obligarlas a tomar medidas más estrictas; pues, de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), las llamadas de emergencia por casos de acoso sexual y violación colocan a la entidad a nivel nacional en el quinto y sexto lugar, respectivamente; esto en la tasa de incidencia por cada 100 mil habitantes.
De enero a noviembre de 2021, Querétaro recibió, mediante alertas a la línea de emergencias 911, 331 reportes relacionados con acoso u hostigamiento sexual. Esta cifra representó una incidencia de 14.27 llamadas por cada 100 mil habitantes, lo que ubica a la entidad en el quinto lugar nacional y por encima de la media en el país, que fue de 6.8 llamadas por cada 100 mil habitantes.
De acuerdo con las activistas, las víctimas de estos delitos son muchas más que las que se tienen registradas, pues hay múltiples casos que no se denuncian debido a la falta de confianza en las autoridades estatales y municipales.
Ante esa sensación de indefensión de las mujeres, surgió la colectiva y aplicación digital Caminamos Juntas en marzo del 2020, indicó la estudiante de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Priscila Peralta.
“Es grande este problema del acoso callejero porque diariamente lo sufrimos tanto mujeres y niñas; es un problema más grave de lo que se cree, y se ha normalizado mucho”, comentó Priscila Peralta.
En este sentido, aseguró que la aplicación recibió 56 denuncias de hostigamiento sexual en 2021, siendo la percepción de inseguridad, miradas lascivas, piropos ofensivos, contacto físico no permitido, silbidos, seguimiento o persecuciones las agresiones más reportadas; sobre todo, en la zona metropolitana del estado.
“Que te lleguen a seguir causa mucho miedo, esos son los principales reportes que han hecho hasta el momento”, comentó.
Por su parte, Ángeles Ortiz Espinoza, integrante de la colectiva Siempre Seguras, organización que también creo una app para registrar el acoso callejero desde 2018, indicó que parte de los hallazgos han sido que los ataques se dan muchas veces por la mañana, alrededor de las 6:00 horas, y los reportes son principalmente en la zona centro y norte de la ciudad.
Actualmente las aplicaciones registran alrededor de 34 descargas por mes; las usuarias reportan que el transporte público es uno de los lugares donde se sienten más inseguras.
Ángeles Ortiz, en conjunto con las otras compañeras de su colectiva, buscarán que en el presente año la información obtenida sea recabada en un artículo académico de documentación; pues, de acuerdo con las activistas, el problema con esta violencia es que las acciones que ejercen los hombres contra las mujeres están normalizadas en una sociedad tan conservadora como la queretana.
“Otra de las cosas que encontramos es que no hay datos oficiales o formales sobre este tipo de incidentes porque están muy normalizados, mucha gente lo considera como algo cotidiano, ocurre y ya”, finalizó la activista.