Una mujer identificada como Samantha evidenció que un presunto acosador sexual rentaba cuartos a sus víctimas en el fraccionamiento exclusivo Lomas de Angelópolis, en la ciudad de Puebla.
En entrevista para Vía.Tres, la agraviada contó que el modus operandi del hombre identificado como Eduardo Morales era ofrecer a través de grupos de Facebook la renta cuartos de una vivienda a un precio accesible; posteriormente comenzaba a acosar a las mujeres que vivían en la misma casa proponiéndoles fumar una droga conocida como fentanilo, la cual es 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más que la morfina.
Samantha aseguró que el sujeto llegó a mandarle audios en los que pretendía engañarla para fumar una shisha libanesa, pero en realidad se trataba de una droga con la intención de violarla, situación que no se concretó debido a que se rehusó a caer en las propuestas.
Explicó que en los audios le señalaba que una supuesta contadora acudiría al domicilio para la compra de shishas. El truco era que ella misma debía enseñarle cómo fumarla, por lo que presume que su intención, además de drogarla, era meterla a actividades de narcomenudeo.
“Nada más le enseñas cómo fumar la shisha. ¿Le explicas? Y bueno, saber si te interesa a ti ir ayudándome, pero velo como si fueras socia, ahí decide tú”, se escucha en uno de los audios que Eduardo Morales envió a Samantha.
La chica indicó que el 12 de noviembre del año pasado le hizo comentarios extremos sobre su cuerpo y “la excitación del hombre al ver un cuerpo así”. Después llegó a la casa otra roomate de nombre Ana y juntas les mostró, sin su consentimiento, pornografía.
En otro momento sacó una lata con fentanilo y comenzó a fumar frente a Samantha y Ana, llamándole “shisha libanesa”, e insistiendo que fumaran con él.
Dijo que la situación se agudizó en diciembre de ese mismo año, cuando Eduardo comenzó a esconderles cosas con la intención de que lo buscaran y preguntaran sobre los objetos perdidos: a dos chicas llamadas Isa y Denisse les robó sus audífonos y a Samantha le robó su cargador.
Un ejemplo fue Valeria, quien también señaló a Vía.Tres, que tuvo que acudir al domicilio con su papá y una abogada debido a que el hombre robó sus cosas y después la amenazó con que tenía a “gente influyente”.
En el caso de Denisse, otra chica que vivía en el domicilio, narró que en una ocasión el arrendatario intentó ingresar sin su consentimiento al baño donde ella se disponía a tomar un regaderazo, además de que le insistía en que se bañara en las regaderas de la alberca con la intención de observarla.
Otra víctima comentó que al rentar un cuarto en agosto de 2021, Eduardo le robó siete mil pesos por un contrato anticipado que no le hizo válido, le hacía preguntas sobre su vida sexual y se le insinuaba constantemente.
“Todo el tiempo fumaba en su casa, se pasaba en bata y ropa interior. Aparte era grosero y solo lindo cuando sabía que no había nadie más en su casa, mi amiga y yo nos sentíamos observadas todo el tiempo. La inseguridad que sentía era horrible, incluso llegué a guardar comida en mi habitación para ya no toparme con él”, manifestó.
A partir de la declaración de Samantha comenzaron a denunciar en redes sociales más casos de al menos unas 20 mujeres acosadas por el sujeto, quienes piden asesoría jurídica a la Fiscalía General del Estado (FGE) para que presenten su denuncia.