La madrugada del 18 de agosto, jugadores, cuerpo técnico y staff del Club de Leones de Yucatán, estuvieron a punto de ser asaltados, en Puebla, por un grupo de delincuentes que balearon uno los autobuses en los que viajaban.
Esto ocurrió sobre la autopista Puebla-México, aunque los directivos del equipo de béisbol no precisaron a qué altura ocurrió este hecho delictivo, se sabe que fue cuando se dirigían a la Ciudad de México.
A través de un boletín se informó que aproximadamente a las 6 de la mañana del jueves, un grupo de delincuentes tiró rocas contra los dos autobuses, lo que provocó que las llantas se poncharan.
Los operadores de los autobuses decidieron no detener su marcha, pues un vehículo los perseguía, incluso realizaron detonaciones de arma de fuego; y aún con las llantas ponchadas, avanzaron más de 15 kilómetros hasta que pidieron ayuda.
Fueron elementos de la Guardia Nacional (GN), quienes apoyaron a los pasajeros de ambos camiones que se reportaron sanos y salvos después de este ataque.
El Club Leones de Yucatán jugó el sexto juego de play offs en el estadio Hermanos Serdán derrotando a los Pericos de Puebla, al término del encuentro descansaron unas horas y se dirigían al aeropuerto de la Ciudad de México cuando fueron interceptados por delincuentes.