El secretario de Cultura de Puebla, Sergio Vergara Berdejo, estaría a punto de perder su encargo; pero se mantiene en el gabinete del gobernador Miguel Barbosa Huerta con un solo fin, el de proporcionar información del entramado político alrededor de la entrega en comodato de los Lavaderos de Almoloya a particulares.
Resulta que Vergara Berdejo es uno de los principales implicados en esa concesión; pues, cuando se entregó el espacio al hotel Rosewood, era el gerente del Centro Histórico en la administración municipal de Luis Banck, y quien habría dado el visto bueno de las licencias de construcción.
Así, el funcionario estatal se convirtió en pieza clave para llegar al fondo de las indagatorias por los presuntos “abusos del poder” en la era morenovallista.