El gobernador Miguel Barbosa reconoció que, en Puebla, hay una escalada de violencia que ameritaba reforzar la estrategia de seguridad; de ahí que se comenzaron a llevar a cabo reuniones con los alcaldes de la zona metropolitana, la Sedena y hasta la Guardia Nacional.
Sin embargo, en los tres días que han transcurrido de este mes, se han registrado hasta 14 homicidios, incluidos los de dos policías de Tepeaca; un cuerpo colgado en San Cristóbal Tepontla; cinco personas asesinadas en Ciudad Serdán; un feminicidio en San Miguel Xaltepec, y el hallazgo de una cabeza humana en un lote valdío de la colonia Clavijero en Puebla capital.
Precisamente en este último lugar, gobernado por Eduardo Rivera, la titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, María del Consuelo Cruz Galindo, justificó que el tiradero de cuerpos ya es de antaño y no corresponde a una situación que haya aumentado en esta administración; incluso aseveró que no hay tal aumento de incidencia delictiva como sí ocurre en los municipios ubicados al norte de la entidad. ¿De dónde habrá copiado esa estrategia de echarle la culpa a los del pasado?