Ante la renuncia de Armando Ríos Piter, quien fue nombrado en julio pasado como rector por el autodenominado "nuevo patronato", el gobernador de Puebla Miguel Barbosa Huerta, consideró que fue un acto de buena fe para que cesen los conflictos entre la Universidad de las Américas Puebla (Udlap) y la Fundación Mary Street Jenkins.
Al respecto el mandatario estatal comentó que ya no hay obstáculos para que los alumnos y la planta de docentes regresen a sus actividades normales.
“Yo debo de decir que tengo aprecio personal por Armando Ríos, que esta decisión de él, la respeto y la valoro en todo el contexto. Sé que lo hace como un asunto de buena fe para contribuir en la solución del conflicto, solamente en lo que respecta al interés de la comunidad universitaria” puntualizó el gobernador.
Lo anterior lo destacó en su habitual videoconferencia de prensa, en donde expresó que será a través de los litigios correspondientes mediante los cuales se definirá quienes tienen responsabilidad en los señalamientos que se han hecho por un desvío de más de 720 millones de dólares.
Puntualizó que la Secretaría de Educación Pública (SEP) no ha sido notificada sobre la resolución de estos temas así como del retorno de las actividades académicas en dicha institución.
Es de mencionar que de acuerdo a la Fudlap y a la rectora interina Cecilia Anaya Berríos, las instalaciones sólo pueden ser entregadas por el juez 60 de lo Civil; por lo que pese a los comunicados y acciones que lleve a cabo el "nuevo patronato" los estudiantes no regresarán al campus hasta que la universidad sea debidamente entregada.