Entre volcanes

Más pronto que tarde se le cayó el discurso al autonombrado rector de la UDLAP, Armando Ríos Píter, sobre que las instalaciones de la universidad están abiertas para llevar a cabo actividades presenciales: cuando intentaron los estudiantes esta semana entrar al campus, se encontraron con la resistencia de los elementos policiacos que aún mantienen tomado el plantel.
 
El conflicto, nos comentan, cansó ya a alumnos, padres de familia y académicos; por lo que, estos últimos, comenzaron a presentar ya sus renuncias a la institución para continuar dando clases en otras universidades, tanto en Puebla como en otros estados del país; mientras que en la matrícula parece que no se habría logrado el número de inscripciones que se suelen tener de manera anual.
 
Los pronósticos más alentadores auguran que la UDLAP podría tardar varios años en recuperarse de su actual situación; mientras que los menos optimistas, o mejor dicho realistas, aseguran que estamos ante la posible desaparición de la institución. Y todo por los caprichos de un gobernador o, mejor dicho, de dos.