Por segunda vez en el año la moneda europea cayó frente al dólar americano, el principal factor en su caída son los múltiples aumentos en las tasas de intereses ordenados por la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) en los últimos meses.
Su valor se fijó en 0.9933 dólares, una cifra similar a la registrada a mediados de julio de este año, cuando llegó a 0.9952 dólares.
Estas cotizaciones son comparables a las cifras del 2002, cuando el euro estaba entrando en circulación como la moneda de casi todo un continente.
Rusia también se ha convertido en un importante factor en su baja, no solo por la invasión a Ucrania, pero también, por sus decisiones en materia energética. El viernes pasado, el gobierno liderado por Vladimír Putin, anunció la interrupción de tres días del suministro de gas a Europa, que llega a través del gasoducto ruso “Nord Stream 1”.
Las monedas más afectadas por la decisión rusa fueron el euro y la libra esterlina, que en estos momentos cuenta con un valor de 1.8 frente al dólar.
La jefa de estrategias de divisas de Rabobank en Londres, Jane Foley, dijo no estar sorprendida por la devastadora caída de la moneda europea.
“Los precios del gas en Europa volvieron a subir esta mañana, destacando los riesgos de recesión a los que se enfrenta la zona euro este invierno y, potencialmente, más allá”, explicó.
Por su parte, el presidente de Bundesbank, Joachim Nagel, se mostró preocupado por la situación y el actuar de Rusia y dijo que “es probable” que la economía alemana será una de las más afectadas por la falta de gas y compartió los pronósticos de recisión de Foley para Alemania.
El último gran aumento en las tasas por parte de la Fed se dio a mediados de julio de este año, su presidente Jerome Powell dijo que la frecuencia e intensidad de los aumentos bajaría en los siguientes meses; sin embargo, muchos especulan que estos podrían continuar.
Habrá más información sobre este tema una vez que se haya realizado una cumbre organizada por la Fed este viernes en Jackson Hole, Wyoming, el evento anual más importante para el Sistema de Reserva Federal estadounidense.