El parlamento abierto destinado a escuchar y opinar sobre la Reforma en materia de la industria eléctrica, no cuenta con el respaldo de la representación estatal de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
Aunque en teoría es una figura de participación ciudadana, responde a intereses políticos y partidistas.
El presidente local de Coparmex, Jorge Camacho, aseguró que todas las voces de expertos advierten que es una reforma nociva.
"Si el país requiere una reforma, esta debe ser para acelerar los pasos dados desde 2013, garantizar que más energía se genere en el país a partir de fuentes limpias y renovables para que haya mayor abasto, oferta y así paguemos menos", aseveró.
El pronunciamiento de la confederación plantea que la experiencia del país ha revelado que esta figura de participación ciudadana es una mera formalidad, que es parte de un proceso en el que sólo se simula escuchar y que finalmente sus decisiones no responden a la voz de la sociedad, a los expertos o al sentido común.
El ejercicio de análisis de la Reforma eléctrica se realiza del 17 de enero al 15 de febrero. La postura de la Confederación es que las decisiones podrán impactar a todo el sector ya que, al limitar la participación privada y cancelar contratos existentes, se corre el riesgo de eliminar la competitividad y dejar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como juez, parte y mantener el monopolio en este sector.
Según la Coparmex, hay tres puntos que deben suprimirse de la iniciativa enviada por el Ejecutivo federal: la eliminación de la libertad de elegir de los consumidores; la eliminación de la competencia y las afectaciones ambientales y a las finanzas públicas.