La decisión de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador de revertir la Reforma Educativa de 2013, la cancelación de evaluaciones, la desaparición del Programa Escuelas de Tiempo Completo (PETC), la incertidumbre por la implementación del nuevo plan de estudios y el cierre de escuelas por la pandemia, han dejado sin rumbo la política educativa del país, consideró el Instituto Mexicano para la Competitividad, (IMCO).
En un análisis de la última década en esta materia, el IMCO consideró que la transformación educativa que ha impulsado esta administración carece de una estrategia a largo plazo basada en evidencia, y con acciones concretas para ser materializada en las aulas.
El IMCO señaló que elementos como la cancelación del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) ha limitado que se tengan diagnósticos certeros sobre los estragos que generó el cierre de escuelas debido a la pandemia por Covid-19.
“El recuento total de los daños provocados por la pandemia, por Covid-19 no ha sido posible por falta de evaluaciones estandarizadas, comparables y útiles para entender el estado educativo actual”, señala el informe.
Los únicos datos oficiales en esta materia refieren que el cierre de escuelas, que se extendió por 53 semanas, derivó en un rezago educativo equivalente a 2 años escolares de acuerdo con el Banco Mundial.
Con el regreso gradual, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), alrededor de 2% de los alumnos de educación básica no regresaron a las aulas en el ciclo escolar 2019-2020 y el 5% no se inscribieron al ciclo escolar posterior.
Aunque instituciones como el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), la Universidad Iberoamericana, el Banco Mundial y Mexicanos Primero generaron evidencia sobre el impacto del cierre escolar, a partir de encuestas acotadas o estimaciones, la carencia de datos oficiales es destacable.
Otro aspecto que el IMCO observan como pendiente es que a pesar de la incorporación del concepto de Nueva Escuela Mexicana (NEM) a la Ley General de Educación (LGE) “la normatividad, las instituciones, los planes y los materiales que articulará la NEM no han sido aterrizados en acciones concretas”.
La cancelación del Programa de Escuelas de Tiempo Completo (PETC) que afectó a 3.6 millones de estudiantes y más de 25 mil planteles educativos en comunidades marginadas que se beneficiaban del programa, también es una decisión considerada como errónea por el IMCO.
“Estudios de Banco Mundial, Unicef y Coneval muestran que el PETC mejoró el desempeño educativo, redujo el abandono escolar, disminuyó la desnutrición de los alumnos más vulnerables”, abundó.
Alertó que existe un riesgo en la implementación del nuevo plan de estudios para educación básica (que entrará en vigor durante el ciclo escolar 2023-2024), pues prevalece la incertidumbre entre docentes debido a que no han sido capacitados y por la cancelación de la prueba piloto, planteada para 2022.
El Instituto señala que si México quiere que la educación sea un motor de movilidad social y productividad, las autoridades educativas deben brindar certeza y acompañamiento al personal docente sobre las planeaciones curriculares y retomar las evaluaciones estandarizadas para guiar la política educativa con evidencia.
Apuntó que sin herramientas ni una estrategia viable para apoyar a los docentes, nuestro país pierde la oportunidad para corregir las secuelas de la pandemia y encontrar formas innovadoras para que los estudiantes desarrollen habilidades, capacidades y competencias que serán clave para su aprovechamiento escolar y trabajo profesional.
“Los cambios frecuentes, sin visión transexenal y carentes de un plan accionable en la política educativa a largo plazo han dejado sin rumbo claro a las comunidades educativas”, advirtió.